domingo, 26 de mayo de 2013

ACTO 18 (Vol.3)



  El día tocaba a su fín y había que despedirlo en condiciones, de modo que como ya se dijo en la anterior entrada, nuestros protagonistas terminaron por reunirse en el Festival de La Cerveza de Middenheim, y es que tal como la cabra tira al monte, el beodo tira al bar. Una buena forma de acabar el día, para qué negarlo.

  Adelante con la entrada.

22 de Sommerzeit. Noche.

  Poco a poco, todo el grupo fue reuniéndose en torno al barril de 12 litros de cerveza que compraron, y que aprovecharon para usar a modo de improvisada mesa acercando al mismo las banquetas. Así fue cómo se pusieron al corriente de todo lo que habían averiguado a lo largo del día, incluida la recaudación del mismo, ya que tras el Torneo de Tiro con Arco, los dos halflings no se mantuvieron ociosos y aprovecharon el resto de la tarde ganándose unas coronas por la ciudad de cara a pagar a los papones gitanos, y a la sustanciosa deuda con la hacienda de la ciudad que tenían (que aquel agujero fiscal competía en diámetro con el de la entrepierna de las Damas de la Corte, todo sea dicho). Asi que Viktor, con ayuda de su hermana Karin, había conseguido ganarse el favor de la gente de la calle ejerciendo su talento como narrador, y creando algo de fama con su buen hacer ante la concurrencia que lo vió actuar, y esperaba ganar mas en próximas actuaciones a pie de calle.

  Magmar por su lado, también había hecho sus propias pesquisas después de los Desafíos al Campeón, y sin soltar una sola hostia para pasmo y sorpresa de los presentes. Como bien contó jarra de cerveza en mano, se presentó en el Gremio de Ingenieros enanos de la ciudad acudiendo a la cita de aquellos enanos con los que había hablado el día antes, y el propio Dennin lo recibió con agrado llevándolo de visita por los talleres en los que se construían armas, además de todo lo necesario para los edificios que también levantaban en la ciudad, la mayoría de veces sobre otros ya en ruinas, o como ampliación de los que estaban en buen estado, dada la problemática de falta de espacio en Middenheim. Dennin le informó de que los enanos iban a presentar una queja al Graf por el injusto impuesto de las narices que tenía a todo el mundo alborotado, y se quejaba de llevar desde siempre en la ciudad, ayudando en la misma a los humanos, y que aún no hubieran recibido ni un solo voto en las decisiones importantes del gobierno de Middenheim. Como todo buen enano no soportaba a los elfos, y ante su mención dedicó 10 minutos a poner a parir a Rayane y Alavandrel, especiálmente al primero. La visita no se quedó solo en eso, y según dijo Magmar a sus compañeros, tenía cita con Dennin para tres días mas adelante con el fín de disfrutar juntos de los Coros Enanos que actuarían ese día a las 15:00.

  Al parecer el día había sido de lo mas fructífero, de modo que no teniendo otra cosa para hacer, decidieron invertir las horas que quedaban antes de dormir en beber como cerdos, ya que pocas alegrías mas podían esperar de la vida dado su curriculum. Y a ello que procedieron, disfrutando de un merecido descanso entre litros y litros de la cerveza del festival como si no hubiera mañana, aunque alguno pudiera lamentarse al día siguiente una vez volvieran al carromato a dormir la mona para despedirse del día.

                                                 Habrá que dejarles emborracharse. Para una cosa que saben hacer bien...

  Durante el evento cervecero entablaron amistosa conversación con un grupo de universitarios de la ciudad sentados cerca de ellos, descubriendo así el nombre de la ayudante del Gran Hechicero de Middenheim, una tal Hanna Ebberhauer. Además, también supieron que la opinión general de los ciudadanos de Middenheim era que el Canciller Sparsam se estaba guardando en casa todo el dinero de la recaudación de los impuestos, lo que a ojos de los PJ-s lo convertía en todo un político.

  Sin embargo, el evento era lo suficientemente interesante como para llamar al interés de auténticas personalidades de la ciudad además de a borrachos indecentes como nuestros protagonistas, y por allí pululaban algunas ilustres eminencias bien rodeadas de guardias a las que no se pudieron ni acercar. A quienes si que se acercaron acompañándoles a la mesa fue a los dos elfos de la corte y al Campeón del Graf, que se mantenían distanciados del remilgo de los cortesanos, bebiendo y celebrando la fiesta en medio de todo el sarao montado por el pueblo llano, y donde se les veía mucho mas a gusto.

  Bebiendo junto a Rayane, Allavandrel y Dieter, hicieron mas migas con ellos, y Viktor y Karin lograron que el juglar se interesara por el oficio y talento de Hansel Gretenstein (LOL) y su compañía de la Pala Aulladora, y Magmar se presentó formalmente a Dieter, viendo que se trataba de todo un hombre de honor. Fue en ese momento en el que hizo aparición el juerguista de Pavarotti armando escandalera a su paso y fijando todas las miradas en el. A su paso cerca de la mesa en la que se encontraban nuestros protagonistas, intercambió algunas palabras con el grupo a su manera peculiar, llamando “mingafrías” en su tono jocoso y bacilón a los elfos antes de dirigirse a las mesas custodiadas por guardias en los que se hallaban los VIP-s del lugar. La aparición de Herr Doctor provocó comentarios acerca de su oronda persona, y mientras que el juglar opinaba que en el fondo era un buen tipo del que sencillamente la gente hablaba mal por sus excesos, el Campeón del Graf decía que pese a todo lo malo que se pudiera decir de su persona, no se podía negar que era todo un profesional en lo suyo, y uno de los buenos, tal y como lo confirmaba su trabajo tratando al Barón Stefan, hijo del Graf, quien había mejorado sustancialmente tras la llegada de Pavarotti. Añadieron que Luigi aparecería en la Fiesta del Jardín por mucho que les hubiera dicho que no asistiría. Por muy poco que le gustara el decoro y remilgo del palacio, el alcohol y el desenfreno le podían, y aún mas el bebercio gratuito, por lo que podían contar que acabaría asistiendo para montar algún espectáculo de los suyos. Evidentemente, la mención de la Fiesta del Jardín provocó que nuestros protagonistas preguntaran por el modo de acceder a ella, algo que solo ocurriría de una forma, recibiendo una invitación del palacio, o de cualquiera lo suficientemente importante del mismo con competencia para hacerlo. Ante la insistencia, Dieter comentó que invitar a extranjeros podía no ser una buena idea, y los elfos le insistieron en que tenía que darles una oportunidad, oportunidad que llegó cuando Viktor, alias Hansel Gretenstein,  decidió mostrar su talento frente a todo el mundo, contando allí mismo y subido a la mesa, la historia de La Ciudad Plateada, con el acompañamiento de laud improvisado del propio Rayane. Una narración acompañada en la mesa de juego con la majestuosa interpretación del jugador que lleva a Viktor. Martin Freeman, muérete de envidia.

Oídme, habitantes del Viejo Mundo, acercáos...
Elfos, humanos, halflings y enanos...
Visitantes del carnaval... Ciudadanos de Middenheim.
Escuchad las leyendas de Hansel Gretelstein...
Decidme, oh, agradables espectadores, ¿Habéis oído hablar de la leyenda de
La Ciudad Plateada?
...Una antigua leyenda que narra el auge y caida de una ciudad erigida en el resplandor del metal de Mannslieb...
  La actuación fue todo un éxito, logrando silenciar muchas mesas de alrededor que prestaron atención a la triste historia, y la fama de la Compañía de la Pala Aulladora creció un poquito mas, además de lograr la aprobación de los tres amigos de la corte allí presentes, que quedaron fascinados con el talento de narrador de Viktor/Hansel, y no dudaron en decidir que sí, que su presencia sería muy valorada en la Fiesta del Jardín, por lo que Viktor y Karin fueron invitados a asistir.

  Y como la noche no daba para mas, y el alcohol en sangre empezaba a alcanzar unas cantidades alarmantemente peligrosas, como era el caso de Arty que había caído inconsciente encima de su propio vómito un buen rato antes de la narración de Viktor, todos a una decidieron que ya era hora de despedir el día y marchar para el carromato, que para ser el primer día de la semana del carnaval la cosa había cundido y no estaban para quejarse. De modo que todos apuraron sus jarras salvo Magmar, que lo que apuró fue directamente el barril, y ayudando a andar a Arty, se alejaron rumbo al carromato con la sana intención de dormir la mona.

3 comentarios:

  1. (...) Una narración acompañada en la mesa de juego con la majestuosa interpretación del jugador que lleva a Viktor. Martin Freeman, muérete de envidia.

    Se me ha caído una lagrimita al leerlo :')

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  2. "Magmar por su lado, también había hecho sus propias pesquisas después de los Desafíos al Campeón, y sin soltar una sola hostia para pasmo y sorpresa de los presentes"

    poooooooobrecito Magmar... coge fama y echate a dormir, si es queeeeeeeeeee :P

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  3. La verdad es que para tal y como iban algunos por la tarde, el día acabó muy bien y tranquilo, sin ninguna bronca ni pelea, cosa muy rara entre nuestro grupo.
    La charla con los elfos y el Campeón Judicial fue muy amena y tengo muchas ganas de hacer más migas con ellos, al fin y al cabo, nos conviene integrarnos aunque sea poco en la alta sociedad de Middenheim si queremos dar con el Witgenstein.

    Las narraciones de Hansel (y mi acompañamiento como Gretel) son realmente abrumadoras y llenas de emociones que llegan a grandes y pequeños. Espero que la actuación en la Fiesta del Jardín nos haga ganar buena fama y más dinero, que con tanto impuesto y tanta leche andamos bien pelados.

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