El día tocaba a su fín y había que despedirlo en condiciones, de modo que como ya se dijo en la anterior entrada, nuestros protagonistas terminaron por reunirse en el Festival de La Cerveza de Middenheim, y es que tal como la cabra tira al monte, el beodo tira al bar. Una buena forma de acabar el día, para qué negarlo.
Adelante con la entrada.
22 de Sommerzeit. Noche.
Poco a poco, todo el
grupo fue reuniéndose en torno al barril de 12 litros de cerveza que compraron,
y que aprovecharon para usar a modo de improvisada mesa acercando al mismo las
banquetas. Así fue cómo se pusieron al corriente de todo lo que habían
averiguado a lo largo del día, incluida la recaudación del mismo, ya que tras
el Torneo de Tiro con Arco, los dos halflings no se mantuvieron ociosos y
aprovecharon el resto de la tarde ganándose unas coronas por la ciudad de cara
a pagar a los papones gitanos, y a la sustanciosa deuda con la hacienda de la
ciudad que tenían (que aquel agujero fiscal competía en diámetro con el de la
entrepierna de las Damas de la Corte, todo sea dicho). Asi que Viktor, con
ayuda de su hermana Karin, había conseguido ganarse el favor de la gente de la
calle ejerciendo su talento como narrador, y creando algo de fama con su buen
hacer ante la concurrencia que lo vió actuar, y esperaba ganar mas en próximas
actuaciones a pie de calle.
Magmar por su lado,
también había hecho sus propias pesquisas después de los Desafíos al Campeón, y
sin soltar una sola hostia para pasmo y sorpresa de los presentes. Como bien
contó jarra de cerveza en mano, se presentó en el Gremio de Ingenieros enanos
de la ciudad acudiendo a la cita de aquellos enanos con los que había hablado
el día antes, y el propio Dennin lo recibió con agrado llevándolo de visita por
los talleres en los que se construían armas, además de todo lo necesario para
los edificios que también levantaban en la ciudad, la mayoría de veces sobre
otros ya en ruinas, o como ampliación de los que estaban en buen estado, dada la
problemática de falta de espacio en Middenheim. Dennin le informó de que los
enanos iban a presentar una queja al Graf por el injusto impuesto de las
narices que tenía a todo el mundo alborotado, y se quejaba de llevar desde
siempre en la ciudad, ayudando en la misma a los humanos, y que aún no hubieran
recibido ni un solo voto en las decisiones importantes del gobierno de
Middenheim. Como todo buen enano no soportaba a los elfos, y ante su mención
dedicó 10 minutos a poner a parir a Rayane y Alavandrel, especiálmente al
primero. La visita no se quedó solo en eso, y según dijo Magmar a sus
compañeros, tenía cita con Dennin para tres días mas adelante con el fín de
disfrutar juntos de los Coros Enanos que actuarían ese día a las 15:00.
Al parecer el día
había sido de lo mas fructífero, de modo que no teniendo otra cosa para hacer,
decidieron invertir las horas que quedaban antes de dormir en beber como cerdos,
ya que pocas alegrías mas podían esperar de la vida dado su curriculum. Y a
ello que procedieron, disfrutando de un merecido descanso entre litros y litros
de la cerveza del festival como si no hubiera mañana, aunque alguno pudiera lamentarse al día siguiente
una vez volvieran al carromato a dormir la mona para despedirse del día.
Habrá que dejarles emborracharse. Para una cosa que saben hacer bien...
Durante el evento
cervecero entablaron amistosa conversación con un grupo de universitarios de la
ciudad sentados cerca de ellos, descubriendo así el nombre de la ayudante del
Gran Hechicero de Middenheim, una tal Hanna Ebberhauer. Además, también supieron que la opinión general de los ciudadanos de Middenheim era que el Canciller
Sparsam se estaba guardando en casa todo el dinero de la recaudación de los
impuestos, lo que a ojos de los PJ-s lo convertía en todo un político.
Sin embargo, el
evento era lo suficientemente interesante como para llamar al interés de
auténticas personalidades de la ciudad además de a borrachos indecentes como
nuestros protagonistas, y por allí pululaban algunas ilustres eminencias bien
rodeadas de guardias a las que no se pudieron ni acercar. A quienes si que se
acercaron acompañándoles a la mesa fue a los dos elfos de la corte y al Campeón
del Graf, que se mantenían distanciados del remilgo de los cortesanos, bebiendo
y celebrando la fiesta en medio de todo el sarao montado por el pueblo llano, y
donde se les veía mucho mas a gusto.
Bebiendo junto a
Rayane, Allavandrel y Dieter, hicieron mas migas con ellos, y Viktor y Karin
lograron que el juglar se interesara por el oficio y talento de Hansel
Gretenstein (LOL) y su compañía de la Pala Aulladora, y Magmar se presentó
formalmente a Dieter, viendo que se trataba de todo un hombre de honor. Fue en
ese momento en el que hizo aparición el juerguista de Pavarotti armando
escandalera a su paso y fijando todas las miradas en el. A su paso cerca de la
mesa en la que se encontraban nuestros protagonistas, intercambió algunas
palabras con el grupo a su manera peculiar, llamando “mingafrías” en su tono
jocoso y bacilón a los elfos antes de dirigirse a las mesas custodiadas por
guardias en los que se hallaban los VIP-s del lugar. La aparición de Herr
Doctor provocó comentarios acerca de su oronda persona, y mientras que el
juglar opinaba que en el fondo era un buen tipo del que sencillamente la gente
hablaba mal por sus excesos, el Campeón del Graf decía que pese a todo lo malo que
se pudiera decir de su persona, no se podía negar que era todo un profesional
en lo suyo, y uno de los buenos, tal y como lo confirmaba su trabajo tratando
al Barón Stefan, hijo del Graf, quien había mejorado sustancialmente tras la
llegada de Pavarotti. Añadieron que Luigi aparecería en la Fiesta del Jardín
por mucho que les hubiera dicho que no asistiría. Por muy poco que le gustara
el decoro y remilgo del palacio, el alcohol y el desenfreno le podían, y aún
mas el bebercio gratuito, por lo que podían contar que acabaría asistiendo para montar algún espectáculo de los suyos. Evidentemente, la mención de la Fiesta
del Jardín provocó que nuestros protagonistas preguntaran por el modo de
acceder a ella, algo que solo ocurriría de una forma, recibiendo una invitación
del palacio, o de cualquiera lo suficientemente importante del mismo con
competencia para hacerlo. Ante la insistencia, Dieter comentó que invitar a
extranjeros podía no ser una buena idea, y los elfos le insistieron en que
tenía que darles una oportunidad, oportunidad que llegó cuando Viktor, alias
Hansel Gretenstein, decidió mostrar su
talento frente a todo el mundo, contando allí mismo y subido a la mesa, la
historia de La Ciudad Plateada, con el acompañamiento de laud improvisado del
propio Rayane. Una narración acompañada en la mesa de juego con la majestuosa interpretación del jugador que lleva a Viktor. Martin Freeman, muérete de envidia.
La actuación fue todo
un éxito, logrando silenciar muchas mesas de alrededor que prestaron atención a
la triste historia, y la fama de la Compañía de la Pala Aulladora creció un
poquito mas, además de lograr la aprobación de los tres amigos de la corte allí
presentes, que quedaron fascinados con el talento de narrador de Viktor/Hansel,
y no dudaron en decidir que sí, que su presencia sería muy valorada en la
Fiesta del Jardín, por lo que Viktor y Karin fueron invitados a asistir.
Y como la noche no
daba para mas, y el alcohol en sangre empezaba a alcanzar unas cantidades
alarmantemente peligrosas, como era el caso de Arty que había caído inconsciente
encima de su propio vómito un buen rato antes de la narración de Viktor, todos
a una decidieron que ya era hora de despedir el día y marchar para el
carromato, que para ser el primer día de la semana del carnaval la cosa había
cundido y no estaban para quejarse. De modo que todos apuraron sus jarras salvo
Magmar, que lo que apuró fue directamente el barril, y ayudando a andar a Arty,
se alejaron rumbo al carromato con la sana intención de dormir la mona.
(...) Una narración acompañada en la mesa de juego con la majestuosa interpretación del jugador que lleva a Viktor. Martin Freeman, muérete de envidia.
ResponderEliminarSe me ha caído una lagrimita al leerlo :')
"Magmar por su lado, también había hecho sus propias pesquisas después de los Desafíos al Campeón, y sin soltar una sola hostia para pasmo y sorpresa de los presentes"
ResponderEliminarpoooooooobrecito Magmar... coge fama y echate a dormir, si es queeeeeeeeeee :P
La verdad es que para tal y como iban algunos por la tarde, el día acabó muy bien y tranquilo, sin ninguna bronca ni pelea, cosa muy rara entre nuestro grupo.
ResponderEliminarLa charla con los elfos y el Campeón Judicial fue muy amena y tengo muchas ganas de hacer más migas con ellos, al fin y al cabo, nos conviene integrarnos aunque sea poco en la alta sociedad de Middenheim si queremos dar con el Witgenstein.
Las narraciones de Hansel (y mi acompañamiento como Gretel) son realmente abrumadoras y llenas de emociones que llegan a grandes y pequeños. Espero que la actuación en la Fiesta del Jardín nos haga ganar buena fama y más dinero, que con tanto impuesto y tanta leche andamos bien pelados.