domingo, 25 de marzo de 2018

DJ²: Director de Juego y Disc Jockey


El blog seguía dando tumbos cual extra del videoclip “Thriller” sin saber muy bien donde caerse muerto así que ya iba siendo hora de volverlo a espabilar un poco para aparentar, no fueran a denunciarnos los de sanidad por tener un cadáver pudriéndose en las redes.

El caso es que hace unos meses me dio la chaladura de meterme en un curso de Disc Jockey para quitarme una espinita de mi loca adolescencia, y durante el mismo aprendí unas cuantas cosas que se podrían extrapolar a lo que nos atañe en este blog. Al fin y al cabo, salvando las distancias, la figura del Director de Juego y la del Disc Jockey no son muy diferentes respecto a la tarea que desempeñan en una sesión (si hasta denominamos de igual forma el tiempo que dedicamos a este divertimento), ya que ambos se encargan de ponerse frente a un público que espera entretenerse con su hacer llevando la batuta de la fiesta. No soy de andar teorizando sobre técnicas de roleo, me limito a jugar y a intentar pasármelo bien con la peñita descartando lo que no funciona y experimentando con lo que va bien y que cada cual dirija como mejor le rote, sin embargo tras pensar en las similitudes de ambas labores, y ya que estos son en realidad consejos y recomendaciones venidas de otro lado, es posible que puedan serle de utilidad a alguno de los incautos que todavía se pasan por aquí, de modo que ahí van.

Y si no vais a hacer ni puto caso, al menos no aspireis a esto por favor.

-La técnica es importante, pero la psicología lo es más aún: Por muy buen DJ que seas, por muchas tablas que tengas a tus espaldas, y por muy desarrollada y capaz que sea tu técnica a los platos, esta no valdrá un pimiento si no sabes conectar con tu público. Y lo mismo pasa en una mesa de juego. De nada te van a servir las horas preparando la partida, tu oscarizado talento de interpretación, el atrezo fabricado para que los jugadores se metan en ambiente o la música seleccionada para las escenas si no conectas con el público, o en este caso los jugadores. La mejor de las sesiones se puede ir por el retrete si la química no funciona por muy elaborada que sea la partida y lo bueno que seas dirigiéndola.

-Conoce a tu público: Ligado con el anterior punto está el hecho de conocer al público al que te vas a mostrar. Cuando montas la sesión para tus amigos sabes perfectamente lo que esperan de ella, qué les va a gustar y qué no. Pero cuando no es el caso, como en unas jornadas, tu habilidad para captar detalles en los comentarios y comportamientos de la gente es la herramienta principal para que todo salga a pedir de boca y os divirtáis.

-A una sesión no vas a trabajar, vas a divertirte: Por lo común, la gente va a una sesión musical a disfrutar de lo que le gusta, y en muy contadas ocasiones a que le sorprendan para bien con lo que no conocen. Se tiene por costumbre esperar que el DJ sea la chacha que dé lo que quieres sin pensar en lo que él quiere, y esto también pasa en el rol, aunque sea de forma inconsciente. No hay que olvidarse que como DJ además de divertir al público, tú también te tienes que divertir, por lo que tienes que saber encaminar a la gente hacia tus preferencias y hacerles disfrutar con ellas tanto como con las suyas, descubriéndoles cosas que no conocían o que ni se habían planteado que les podía gustar.

-Desarrolla un estilo: Si todo el mundo siguiera las mismas normas y forma de mezclar canciones, o de dirigir partidas en nuestro caso, nadie destacaría. Encuentra un estilo que te guste y con el que estés cómodo, y poténcialo sin miedo. Algunos DJ-s musicales organizan sus sesiones según la atmósfera, otros según la tonalidad de las canciones, otros según el tempo, a otros les encanta usar efectos, y a otros hacer scratching… Aplícatelo a la hora de dirigir y desarrolla tu estilo, lo que te defina como Director de Juego, ya sea con la complejidad política de las historias de tus partidas, por el uso de miniaturas y escenografía, por la música ambiental que utilizas, por las profundas y dramáticas interpretaciones o, como es mi caso, por el humor que destila cada escena incluso aunque los jugadores las estén pasando putas. Y cuando hayas definido tu estilo y la gente sepa qué esperar de ti SORPRÉNDELES CON EL CAMBIO. Es decir, SÉ IMPREVISIBLE incluso dentro de tu estilo. Siguiendo con mi ejemplo, todo el mundo que ha jugado conmigo ha acabado esperando sesiones de cachondeo jolgorioso y, cuando menos se lo esperaban, se han encontrado con profundos dilemas morales o terroríficas situaciones que los han tenido en vilo incluso dentro de la hilarante atmósfera de la partida.

-Haz bien tu maleta: En el mundo musical de los DJ-s se conoce como “hacer la maleta” al hecho de preparar tu equipaje para la sesión, sobre todo en lo que respecta a la selección musical adecuada a donde se va a pinchar y el tiempo invertido en ella. Viene de cuando los DJ-s tenían que cargar con decenas de discos de vinilo en pesados maletones, algo que con el auge de los archivos digitales ha cambiado drásticamente, pero que ha seguido conservando su nombre. A lo que voy es a que te pasas horas preparando la partida, si no días, y cuando llegas al lugar de la partida te das cuenta de que te has olvidado de los dados, los lápices, o peor, las hojas de PJ. Hay muchas cosas que pueden ir mal cuando te marchas de casa rumbo al lugar donde vais a jugar, y seguir una pauta de organización y dedicarle tiempo a ello es muy útil para que todo salga como debe. Por descontado, no digo ya ser puntual, si no que llegar con margen de tiempo de sobra para poder arreglar cualquier desaguisado, suele ser una buena forma de evitar catástrofes.

Admito que esta es mi asignatura pendiente, pero estamos trabajando en ellooouuu.

-Valórate: Este fue el último consejo que recibí en el curso de DJ. Valórate y nunca pinches música gratis. Si hace falta, que como mínimo te paguen los tragos que vas a tomar durante la sesión. No digo que ahora empieces a cobrar por dirigir partidas, pero valora tu trabajo en casa preparándolas. Aunque hacerlo sea algo que te guste valora como se merece el esfuerzo que supone usar tu tiempo libre, y quizás tu dinero en fotocopias y otros materiales, para preparar algo que otros también van a disfrutar. Enseña a respetar ese trabajo, porque no solo hablo de librarte de hacer de anfitrión jugando en tu casa o de pagar las birras y los Cheetos que se van a comer durante la partida; también se trata de que los jugadores muestren interés sin dar continuamente largas para quedar, tomando apuntes durante la sesión, ayudando con las reglas de forma positiva, participando activamente para ayudarte a desarrollar la partida acorde a sus personajes y, sobre todo, no permitiendo que jugadores revientapartidas echen por tierra todo ese esfuerzo, mandándolos a tomar por saco si no son capaces de valorar tu trabajo para que todos disfrutéis de una buena sesión. Que sí, que esto lo hacemos por gusto, pero acarrea un esfuerzo que puede acabar por quemar si no recibe el valor que se merece, un tema sobre el que ya se ha opinado en el blog Vetustos del rol con un artículo muy interesante que se puede leer AQUÍ.

El decálogo del jugador de mierda.
Si cumplen todos los puntos desbloquean un "logro", o algo.

-La fiesta no debe parar: Todos lo hemos vivido en algún momento: estás de juerga tan tranquilo cubata en mano bailando ese temazo que están escupiendo los altavoces cuando, de pronto, la música se detiene rompiéndote el subidón. Comienzan los abucheos y el DJ en cabina empieza a hacer malabarismos para que la música vuelva a sonar. Aunque no sean más que 2 segundos de silencio, esos pueden ser los 2 segundos más largos de tu puta vida si estás al mando de los platos. La fiesta no debe parar y NADA puede salir mal. Por mucha experiencia que tengas, la posibilidad de cagarla y meter el pie hasta el fondo sigue siendo real. Así que no seas chulo y ten recursos a mano cuando eso suceda o te quedarás con el culo al aire. ¿Ha faltado algún jugador? Pues se juega igual, ¿Has hecho mal la maleta y te has dejado las hojas de PJ? Toca hacer partida narrativa a tope, o dedicar unos minutos a unas hojas nuevas aunque sea escribiéndolas en unas servilletas de papel, ¿La partida se ha parado por culpa de la búsqueda o la discusión de una regla en concreto? Pues improvisa una con la que todo el mundo esté contento y arreando, ¿Que los jugadores llevan media hora aplatanados sin saber por dónde tirar? Pues que aparezca un grupo de ninjas cyborg armados con Kalasnikovs para que los vuelva a poner en marcha.

La idea es llegar a esto. Mucho mejor, dónde va a parar.
Y ya está. Esperaba que saliera una entrada más corta, pero oye, con el ritmo que llevamos al menos que nos cundan un poco.

Aquí el blog pidiendo a gritos que lo enterremos de una puta vez.