Ya comenté en la primerísima entrada del blog, que desde hace tiempo podéis leer en la sección ¿Qué disparate es esto?, mi poca afición a las miniaturas por la costosa inversión de dinero y tiempo que suponen, pero que como todo buen rolero que se precie de serlo, han llegado a tentarme en algunas ocasiones. HeroQuest y WarhammerQuest son dos buenos juegos de miniaturas que hay en mi colección y que supusieron una forma relatívamente barata y entretenida de conocer esta parte de la afición rolera sin llegar a obligarme a vender mi alma por ello, me permitieron poseer una interesante colección de miniaturas de cara a poder ser usadas en el rol ya fuera de sus juegos originales, y pusieron a prueba mi maña además de poner en evidencia algunos de los sobresalientes en las notas de artes plásticas de mi educación primaria. Adquirí los juegos, pinté sus componentes con mimo, en algunos casos los complementé con algún caprichito y llegado el momento de asimilar que el presupuesto se me iba de las manos, y de que ya tenía bastantes miniaturas para mis necesidades roleras, aparqué la afición dejando en mi colección dos juegazos de miniaturas resultonamente pintados, que además podían ayudarme a amenizar vistosamente algunas partidas roleras con sus componentes.
Y ¿A qué viene este rollo? Pues viene a que durante unos cuantos merecidos meses de descanso rolero, nuestro grupo ha dejado de lado la campaña El enemigo Interior, para dedicárselo a uno de los juegos mencionados, concrétamente al HeroQuest, la que es sin duda alguna la joya de mi colección rolera. Si naciste despues de los dolores querido lector, es más que posible que el nombre de dicho juego te cause la misma impresión que un servilletero encima de una mesa, pero tranquilo, he visto la rolseñal, y acudo al rescate para arreglar semejante desaguisado.
Si un anuncio como este es capaz de ponérsela dura a un friky de 30 años,
imaginaros sus efectos en un impresionable chaval de 9.
imaginaros sus efectos en un impresionable chaval de 9.
Antes, mucho antes. Cuando las navidades estaban llenas de anuncios de juguetes doblados por un monopolizador Constatino Romero, internet era ciencia-ficción, y la tecnología en videojuegos más puntera pasaba por que los más pudientes tuvieran en casa un ZX Spectrum (algo muy lejos de la realidad de las videoconsolas de nonentigesimosegunda generación de hoy en día), la chavalería vivía en un mundo de sueños e imaginación potenciada al extremo por juguetes y juegos accesibles en casi todas las tiendas y centros comerciales, hoy en día bastante aparcados por causa de las nuevas tecnologías, y en el caso de los juegos de tablero y mesa, muy relegados a tiendas y público especializado. Y fue en estos años, a principios de los 90, cuando irrumpió en escena HeroQuest.
El juego, sin ser de rol, poseía muchos elementos de los mismos, y acercaba al gran público de forma muy simple y sencilla todo el imaginario del mazmorreo clásico, convirtiéndo los elementos roleros más básicos en algo digerible para toda la familia. Además sus componentes visuales, entre miniaturas de monstruos y miniaturas de mobiliario, hacían atractivo el juego hasta a los menos imaginativos, y ya no había excusa para que tu abuelo no se pusiera a partir craneos de orcos a golpe de dados.
Por que no todos pudimos tener a un Gygax como abuelo, gracias HeroQuest. |
Simple en reglas hasta el extremo, HeroQuest se reducía a un director de juego, cuatro héroes, y una mazmorra llena de monstruos a los que hacer picadillo. ¿Qué tierno infante necesita de más para ser feliz? ¡Fuera las complicadas tramas de politiqueo! ¡Abajo la dramatización de la angustia interior de nuestros PJ-s!. Ahí solo había sangre y muerte, como en los toros. Patada en la puerta, y a machacar monstruos sin comerse mucho el tarro. Lejos quedaban en el futuro cosas como el Descent o similares, por que las reglas eran tan sencillas, que cualquier tipo de estrategia jueguil se veía reducida a la mínima expresión del "¿Le atizas tú, o le atizo yo?". Era el Golden Axe hecho juego de mesa, señores. La santa doctrina del mamporro a base de acero toledano en estado puro. Y la verdad, hay veces en las que uno no necesita más para divertirse y pasarlo bien con sus amigos. Para romperse la cabeza con problemas ya tenemos el mundo real.
El juego fue un rotundo éxito de ventas las navidades en las que salió a la palestra, y no solo en el mundillo rolero, sino que también en el gran público general a causa de la masiva comercialización de juegos de tablero que había en la época, de los que podías encontrar hasta en la juguetería de tu pueblo sin necesidad de recurrir a tiendas especializadas. Gozó de muchísima popularidad, ganando en expansiones con los años y nuevas ediciones "ampliadas", y fueron muchos (entre ellos un servidor que escribe estas líneas), los que iniciaron su andadura por estos mundos del rol con esta joya que a pesar de sus más de 20 años, sigue estando muy viva en la comunidad de roleros de todo el mundo, habiéndose convertido por derecho propio, en todo un clásico.
La caja del juego ya te dejaba claro desde antes de abrirlo, que era cosa para machomanes del hiperespacio. No había sitio para las nenazas en este juego. |
Además, su extremada simpleza de reglas, lejos de jugar en contra, lo mejoran, ya que es tan básico y sencillo que la cosecha de reglas de la casa que se le puede meter, y la facilidad de expansión que tiene añadiéndole miniaturas de todo tipo ajenas al juego básico, han convertido a sus aficionados en todo un club social y artístico extendido por el mundo, tal y como una rápida búsqueda de San Google puede confirmar. El juego era bueno y entretenido, pero es que con los años y añadidos se ha convertido en la repanocha.
Y hasta aquí dejaremos la crónica de una cuestión de héroes. En próximas entradas me centraré en la mecánica general del juego, y en fotorreseñas de partidas jugadas. Hasta entonces, si no podéis esperaros a la siguiente entrada de este, nuestro blog, para saber más de esta obra de arte lúdica sin parangón, no puedo más que invitaros a indagar un poco más en este clasicazo que llegó a tener incluso versión para juego de ordenador, y hacerlo con un par de enlaces, uno a la wikipedia y otro a una de las mejores comunidades de internet dedicadas al HeroQuest.
La frase bajo el anuncio me ha matao... XDDDDDD.
ResponderEliminarYo, que ya conozco tu trayectoria con este juego, me alegro mucho cada vez que lo sacas y montas, que jugamos, que lo renuevas o añades nuevas cosas como va a pasar en las sesiones que se llevarán a cabo durante este verano.
La web del enlace es una pasada, a mí me chifla lo de poder personalizar las cosas y juegos ^_^ Pero para eso también hay que tener tiempo que dedicarle y ya sabemos lo que pasa...
A la espera de rememorar las reglas, aunque con lo sencillas que son poco tendré que recordar. Y con ganitas de darle al vicio este verano (o lo que queda de verano XD)
¡Besos!
La falta de tiempo es el pán nuestro de cada día cuando se entra en la mecánica de la vida adulta X/
ResponderEliminarSi pudiera dedicarle hoy en día, las horas que le dediqué cuando aún lo estaba pintando, las partidas serían épicas. Pero tendrá que esperar, como otras muchas cosas.
La web que menciono es la caña, pero por lo que he leido hay visos de que se vaya a perder en el limbo, por imposibilidad del webmaster de mantenerla. Una pena, aunque hay bastante apoyo para que no ocurra por parte de los usuarios, y es posible que no suceda, o que si sucede, solo sea temporal.
Y lo del abuelo y Gygax con el HeroQuest no es coña. Recuerdo una tarde de Domingo de mi infancia dándole a los dados con mi abuelo X**D
Leído, comprendido y aumentando notablemente mis ganas de darle cera al asunto (y al HeroQuest también xDD)
ResponderEliminarJoder tio si que te lo has currado, me han encantado estas entradas de las partidas de Heroquest con tu material "extra". Yo que voy de gafapasta en esto del rol, el mazmorreo no me va pero pero el Heroquest ( y todas sus copias posteriores) es la excepción... Me emociona terriblemente y aun guardo con cariño el Heroquest y Advanced Heroquest de cuando era crio... hace 5 años lo saque a flote del armario de los trastos para unas jornadas y es una de mis tesoros frikis más preciados.
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