Al lograr la
financiación que necesitaba para ponerla en marcha, al fin parecía que la
empresa del elfo Yngwie comenzaba a tomar forma, pero los problemas no habían
hecho nada más que empezar para nuestro grupo.
8 de Pflugzeit
El día amaneció espléndido para Yngwie, había esquivado sus primeros contratiempos y todo indicaba que su empresa de extracción y comercio de mineral comenzaba con buen pie. Ese mismo día esperaba con ilusión la reunión con Jorm para saber qué había encontrado su becario respecto a posibles yacimientos que poder explotar, pero la ilusión se le fue por el retrete junto al desayuno cuando leyó lo que ponía en la carta que llegó a su casa ese mismo mediodía, escrita por el propio Jorm: el enano estaba arrestado en una comisaria de la ciudad y a la espera de juicio, acusado de alteración del orden público. Al parecer, la misma noche del día en el que dio con el yacimiento de Wolfenburgo, se fue de parranda con un amigo de la universidad para celebrar su graduación y el nuevo trabajo, y como buen estudiante universitario la lió parda y sin remordimiento alguno, acabando la noche con una bronca de borrachos. El pifostio alertó a “Los Sombreros Negros”, que es la guardia de la ciudad, y como es de suponer todos los implicados en la pelea terminaron pasando la noche en comisaria.
Party Hard a lo British Style. |
Además de lo que le había sucedido, la carta mencionaba de pasada el descubrimiento del enano, de modo que Yngwie se veía en el trance de tener que sacarlo como fuera del lío en el que se había metido el borracho de su empleado porque, primero, era la mejor opción que había encontrado en la ciudad para lo que necesitaba y, segundo y más importante, al Director de Juego no le salía de los huevos volver a gastar tiempo haciendo otro PJ con el liante del jugador de Jorm.
De modo que Yngwie, sin mucha idea del tema consultó acertadamente con su padre, y este volvió a tirar de influencias para retrasar el juicio del enano y encontrar un buen abogado. Cómo convenció al padre para perder el culo por salvar a un enano es una historia demasiado larga y confusa de explicar aquí, así que lo dejaremos en que al final todo salió bien, y Jorm pudo librarse de ir a la prisión de Rijker previo pago de 100 Coronas de Oro. También os preguntaréis de dónde fue capaz de sacar un becario con un sueldo de mierda ese dinero, pues bien, no lo sacó de ningún lado porque no lo tenía, y hubo que sufragar el gasto con lo que Yngwie tenía para la empresa, lo que volvió a hacer supurar la úlcera del elfo.
Para no querer saber nada de la familia, las veces que había recurrido a ella en la primera partida se contaban con ayuda de un ábaco. |
10 de Pflugzeit
Una vez el grupo pudo reunirse en calma, Jorm puso al corriente a Yngwie sobre su plan con los yacimientos de Wolfenburgo. Al elfo la idea le pareció cojonuda (y al DJ también, que si no iba a tocar dejar el rol y jugar un mus), a pesar de que el lugar estaba en el culo del Viejo Mundo y que no sabía cómo lo iba a hacer para comprar el yacimiento; de modo que no le reprochó nada al enano por su etílica aventura de la noche anterior, y procedió a exponer la siguiente fase del plan: había que encontrar un transporte a Wolfenburgo, rápido y discreto, pero que le permitiera seguir con los negocios de su familia para no dejar de tener ingresos con los que costear su parte de la empresa, ya que los Gaesisthea no se iban a hacer cargo de todo.
El resto del día lo pasaron preguntando por los atracaderos de Marienburgo y al final encontraron lo que buscaban: El navío “La Viuda”, cuya imponente Capitana Gertrude llevaba con mano firme, cumplía con lo que necesitaban, y quedó a su disposición tras unas pocas negociaciones. La tripulación la formaban el Segundo de a bordo Gottfried, el cocinero halfling Ludo Riotinto y 2 bateleros y 2 marineros: Johann y Ulrich los primeros, Falandar el elfo y Albert los segundos. ¿Y por qué tanto detalle con estos aparentemente PNJ-s sin importancia? Pues por eso, porque “aparentemente” no tienen importancia, y ya sabemos lo que pasa con las apariencias.
La Capitana Gertrude ya tuvo su momento en El Enemigo Interior, tal y como podéis ver ¡AQUÍ! El DJ vió con buenos ojos darle otra oportunidad para lucirse. |