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26 de Sommerzeit, día 5: Bezahltag. Segunda mitad de la
tarde y Noche.
Terminada la sesión de hipnosis, al grupo le tocaba replantearse la situación con los nuevos datos salidos a la luz por boca de Dieter, quien marchó a la ópera con su prometida Kirsten haciendo que todos los presentes sintieran un poco de lástima por el pobre hombre, quien ahora tendría que dar algunas explicaciones a la furibunda mujer, sobre quien era aquella mujer tan atractiva con la que estuvo durante la noche narrada en la sesión de hipnosis.
Terminada la sesión de hipnosis, al grupo le tocaba replantearse la situación con los nuevos datos salidos a la luz por boca de Dieter, quien marchó a la ópera con su prometida Kirsten haciendo que todos los presentes sintieran un poco de lástima por el pobre hombre, quien ahora tendría que dar algunas explicaciones a la furibunda mujer, sobre quien era aquella mujer tan atractiva con la que estuvo durante la noche narrada en la sesión de hipnosis.
Y no faltaron las frases "Hoy duermes en el sofá" y "Mañana no te libras de visitar a mi madre". |
En el debate
quedaron claros algunos puntos. Además de opinar sobre que Goebbels no era de
fiar, Alavandrell informó al grupo sobre la difunta esposa del Graf. Anika
murió con 23 años, hacía menos de 12 meses. Sufrió un desmayo en el palacio y
entró en coma, y pese a los esfuerzo de galenos y hechiceros, fue imposible
despertarla, muriendo poco después. En el palacio se redobló la guardia, y el
ánimo del Graf empeoró, aunque ante las preguntas, afirmó que el estado de
salud del Graf ya era malo desde antes del suceso, y que aunque su depresión
tras aquello lo agravó, no parecía tener nada que ver con lo ocurrido a Anika.
Ante la pregunta,
Luigi respondió que él llegó al palacio a atender a Stefan hacía solo 4 meses, y
que por ello no llegó a conocer a Anika, lo que chocaba con algunas de las
informaciones que sobre él tenían de antes, pero esto no preocupó al grupo, ya
que ahora confiaban en el doctor. Luigi comentó que sabía que el Juez Supremo Erlich
estaba pasando una mala época familiar cuando llegó al palacio, y que no se le
ve por el palacio debido a ello, aunque le parece extraño habida cuenta de la
importancia de sus labores como Juez de Middenheim. Ante la mención de Erlich,
los dos elfos decidieron investigar el asunto.
El siguiente punto
era Goebbels, por supuesto. Según los elfos el hombre consiguió su puesto como
Presidente del Gremio de Mercaderes hacía 6 meses, pero no tenían idea de
cuando logró el otro puesto. Vino desde Mariemburgo, recomendado por Anika para
ejercer las labores que ejercía ahora mismo, ya que tenía una merecida fama de
comerciante en aquella ciudad portuaria. Aunque la fama que se estaba ganando
últimamente en Middenheim con el asunto de su afición a los chicos del coro, no
estaba ayudando en nada a la buena reputación que se trajo consigo.
Y cómo no, al final el grupo se animó a preguntarles, y enseñarles, el enigmático anillo que los traía de cabeza desde hacía unos días. Ni el Doctor, ni los elfos tenían idea alguna al respecto, pero se sorprendieron mucho al saber que aquel anillo provenía de un hechicero arrojado al Barranco de Los Suspiros.
Y cómo no, al final el grupo se animó a preguntarles, y enseñarles, el enigmático anillo que los traía de cabeza desde hacía unos días. Ni el Doctor, ni los elfos tenían idea alguna al respecto, pero se sorprendieron mucho al saber que aquel anillo provenía de un hechicero arrojado al Barranco de Los Suspiros.
Y como la tarde
concluía, y no tenían mucho más que hacer, mientras los elfos se íban por su cuenta,
Albrecht volvía al tajo y Luigi decidía irse de putas con aire sonriente y entrepierna abultada,
nuestros ambiguos héroes decidieron irse a cenar, que ya estaban metidos en
toda la fiesta Middenheimesa, y si no iban con tiempo, probablemente les
costaría encontrar mesa en cualquier sitio. Pero aún más, aprovechando la
información de Dieter, decidieron que tal vez el camello que suministraba los
yerbajos de la risa a Viktor pudiera saber algo sobre la tal Charlotte, ya que
se olían que aquella mujer podía tener algo que ver con la drogadicción del
Canciller Sparsam, y en tal caso, podía ser conocida entre quienes se ganaban
los garbanzos vendiendo caramelos de colores, y polvos de talco.
Sí, estos caramelos y polvos de talco, por si hay algún despistado. |
Una vez más, después
de cenar se dirigieron a “El Foso”, lugar de baja catadura en donde ya eran
habituales parroquianos, con la intención de probar el famoso Kaligobo, y hacer
algunas pesquisas sobre la Charlotte esa, aunque más de lo primero que de lo
segundo, algo que por otro lado no sorprende a nadie del blog.
Una vez allí, bien
servidos de Katxis y dados para jugar al Kinito, Viktor localizó a su suministrador
para preguntarle por la mujer. El tipo no sabía nada de ella, o quizás Viktor
fue demasiado sutil con sus preguntas, ya que al pedirle “Polvo Élfico”, este
le dijo que no le quedaba nada, dado que una mujer se lo había comprado todo
hacía varias noches, pero que podía conseguirle más para Angestag, a 1 CO la
dosis.
No del todo
satisfecho con el resultado de la entrevista con el hombre, Viktor volvió junto
a sus compañeros en el local, momento en el que alguien decidió montar una peli
de John Woo al estilo Viejo Mundo: Rompiendo la puerta del local de un hachazo
a dos manos, y metiendo en aquella ratonera a rebosar de buenas gentes beodas,
una manada de hombres bestia sedientos de sangre.
Este insólito hecho
en medio de una gran urbe como Middenheim (y para qué negarlo, aparentemente
generado por las tablas de encuentros aleatorios), dejó a todo el mundo con el
culo torcido, hizo que varios de los presentes recuperaran la sobriedad de puro
espanto, y que otros amarillearan la goma de su ropa interior.
Y ya la tuvimos
liada. Junto a los hombres bestia hicieron acto de presencia un grupo de
goblins y skavens. En ese nutrido y heterogéneo grupo, el que parecía llevar la
voz cantante era un skaven de pelaje negro, que en cuanto vió a Karin, por
algún desconocido motivo la señaló y gritando en un Reikspiel chapurreado,
ordenó a los monstruos que la cogieran. Evidentemente, ni nuestra ladrona
favorita, ni sus compañeros iban a dejar que a la moza se la llevaran en volandas
como a un vulgar salchichón para el bocadillo, así que comenzó la trifulca, y
no solo con nuestro grupo metido en el berenjenal, ya que los terripilantes
monstruos trataron de dar caza a algunos parroquianos más, por lo que a pesar
del acojone general, se imperó el instinto de supervivencia, y las armas fueron
desenvainadas.
Las galletas
comenzaron a llover por todos lados, y nuestros amigo se las vieron y desearon
en aquella situación que los superaba a todas luces, ya que incluso Magmar
tenía dificultades para contener al hombre bestia que trataba de agarrar a
Karin, siendo ambos arrinconados en una esquina, mientras que Viktor, haciendo
honor a su astucia y sentido práctico, decidía que si eso, mejor se escondía
debajo de la mesa, que la historia no la escribieron los valientes. Arty por su
lado, se las ingeniaba para dificultar el combate al hombre bestia encarado con
Magmar, logrando que este no fuera capaz de agarrar a Karin gracias a varios
hechizos bien lanzados.
La lucha se
recrudecía en el local, pero las cosas tomaron un cariz positivo para los
parroquianos de “El Foso” cuando de las habitaciones de arriba bajó una mujer
pelirroja en camisón, y fulminó de un firebolazo al hombre bestia que ya tenía
arrinconado e indefenso a Magmar, quien después de perder su hacha en el
combate, ya estaba echando mano del mobiliario del local para defenderse,
mientras que Viktor se dedicaba a darse de collejas con un goblin que lo había
hecho salir de debajo de la mesa con el sólido argumento de una lanza en ristre.
A partir de aquí el delirio
fue in crescendo. Mientras nuestro grupo trataba de alcanzar la calle y salir
de allí a gatas si fuera menester, la Guardia de la ciudad entró en tromba en el
local llenando de más gente el ya reducido espacio del lugar, y convirtiendo
las maniobras con las armas en algo ridículo.
Mas o menos, algo como esto. |
La mujer de pelo
rojo, continuó con su despliegue de fuego purificador, haciendo barbacoa al
skaven líder, y desorganizando por completo a la banda, lo que hizo que la Guardia
tomara definitivamente el control de la situación, y aniquilara sin piedad a
los monstruos.
Momentos más tarde,
y en la calle, a todo el mundo le era tomada declaración de los hechos mientras
unos funcionarios muy eficientes apilaban cadáveres en una esquina. Fue aquí
cuando el grupo pudo escuchar que la mujer del camisón era hermana de la
ayudante del Gran Hechicero, Hanna Eberhauer, lo que los hizo ponerse a
sospechar de nuevo, por que ¿Qué diantres hacia semejante eminencia mística en
un tugurio? Es más ¿Qué hacía en las habitaciones de fornicación de dicho
tugurio? Bueno, qué hacía lo tenemos claro, lo que no tenemos claro son los
motivos que la llevaron allí, y nuestro grupo tuvo para un rato de sospechas
con eso, aunque no todos, ya que Viktor tenía otra cosa en la cabeza.
Apartándose de los
demás, y con mucha discreción, el payo halfling se acercó a la pila de
cadáveres que se estaban retirando, y echó mano a algo. Cuando volvió a donde
los demás, traía consigo una muñeca de trapo en bastante buen estado que
aseguró habérsela visto colgada del cinturón al goblin con el que luchó, y que
le había llamado poderosamente la atención, motivo que sus compañeros no
terminaban de entender, haciéndoles pensar que los cigarritos de la risa ya
habían empezado a hacer mella en su cerebro. Inspeccionando la muñeca tras
llevársela sin que nadie les viera, encontraron una nota en su interior, que
les dejó aún más mosqueados con lo que se cocía en Middeheim, y lo que es peor,
con la duda de si aquello tenía algo que ver con la trama ideada por el Marvado
Director de Juego, o solo era una Quest secundaria.
Sí maja, ayuda sí que necesitas, pero de un buen corrector. |
Cansados,
malheridos, llenos de sangre propia y ajena, todos se retiraron de vuelta
al carromato en el Gran Parque,
lamentándose ya de las agujetas que tendrían al día siguiente.
Pobresito Dieter, menudas broncas le esperan al menos durante varios días a costa de la hipnotizadora atractiva y gabacha esa... Hasta daba penita dejarlo marchar con Kirsten, su prometida, echándole el rapapolvo.
ResponderEliminarEn cuanto a la pelea en "El Foso", prefiero no recordarlo de nuevo. Esas manos de skaven sucias y mugrientas agarrándome repetidamente con intención de llevarme a saber dónde, aggg, menuda asquerosidad. Voy a volver a pasarme el jabón por todas partes solo por recordarlo.
No sé si lograrán encontrar a la niña perdida, que es lo que parece por la nota encontrada. Espero que así sea. Yo podría haver sido esa "pequeña" cautiva.
O lo mismo es que quieren hacer un nuevo coro, pero con niñas, a ver si a Goebbels lo que le va a molar es ver gente cantando y no necesariamente los muchachos, jejeje.