jueves, 26 de diciembre de 2013

ACTO 21 (Vol. 1)



  Despues del desagradable incidente del callejón, el grupo no estaba para muchas payasadas, y tocaba ponerse serios. Así que tras lamerse las heridas, decidieron entrar en acción cuanto antes, y volver a meter caña a los malosos. Pero como siempre, lo que hicieron fue irse de cañas. ¡Dios, qué juventud

25 de Sommerzeit. Amanece, que no es poco.

  Viktor y Karin salieron del templo de Shallya en dirección al Gran Parque, en donde fueron informados por Arty y Magmar sobre el nuevo trabajo de Albrecht como herbolario, e informándose de las nuevas sobre su investigación, supieron también de que Herr Doctor Pavarotti era un gran aficionado a la ópera, y que de hecho, tenía un pequeño papel en la obra teatral “El Bárbaro de Sevilla”, que se exponía durante aquellos días en el teatro principal de Middenheim.
 
Magistral interpretación de la clásica obra.

   Durante el desayuno, se debatió sobre los cursos de acción ahora que sabían que alguien íba a por ellos tras el ataque del día anterior ( ¿Y a estas alturas, quién no vá tras ellos?), y sobre que al menos tenían a los dos elfos de su parte después de lo sucedido, terminaron decidiendo que había que encontrar a alguien capaz de deshipnotizar a Dieter, quien a todas luces mostraba síntomas de haber sido influenciado por ese medio para apoyar los impuestos, y así ver si podían descubrir algo más mediante un Dieter deshipnotizado.

  Tras el buen desayuno, al ir a dar el pago del día a los papones, comentando lo sucedido con estos supieron que ellos también habían tenido visitas de la mafia local, pidiendo dinero en “Concepto de Protección”. Evidentemente los mafiosos cobraron, y cobraron bien, pero no se llevaron ni una corona de oro de los gitanos. Sabiendo esto, el grupo logró hacer más lazos con los gitanos, quienes se disgustaron y cabrearon por partes iguales al saber de lo ocurrido al “Payo Halfling”.

¡Aaaay, al payo halfling que no me lo toooquen ni un peeelo!

   Despues de hablar con los gitanos tocaba visita a Albrecht, a quien encontraron en la tienda “Tomillo y Oregano”, empollándose los libros del jefe para reconocer plantas cuando le tocara salir a buscarlas. La visita sirvió para poner a todo el mundo al corriente de cómo andaban las cosas e intercambiar planes, ya que gracias al nuevo trabajo de Albrecht, ahora este tenía la muy ventajosa licencia para salir de la ciudad por motivos de trabajo gracias a su contrato con Alfonse (y como becario de la herboristería).

  Terminada la visita, el grupo se separó para ir cada cual a lo suyo, yendo los dos hermanos halflings al estadio Bernabau a ver el espectáculo de Tragafuegos. Allí encontraron entre la gente a la Carabina de la princesa, acompañada de la Dama de la Corte Emmanuelle y de Hanna Eberhauer, la ayudante del Gran Hechicero de Middenheim. Al término del espectáculo, los dos halflings se acercaron a hablar con ellas, y tras unas primeras impresiones en las que todas se asustaron al saber que dormían en un carromato entre gitanos, y que propició que la Carabina no tuviera ningún reparo en mostrar su desagrado ante los halflings opinando que solo se acercaban a la corte en busca de dinero, los halflings lograron hacer suya la conversación y convencer de sus buenas intenciones a las presentes (salvo a la Carabina), valiéndose del estado de Viktor, por quien sintiendo gran tristeza por lo sucedido, y tratando de ser lo más amables posibles, los dos halflings fueron invitados a comer con ellas en “El Barco Teatro” del Gran Parque, con vino del caro, y comida aún más cara.

Sí, sí. Todo muy "Typical Middenheim",
pero ya sabemos quienes son los chef en las cocinas de los restaurantes.

   La comida fue de lo más interesante, ya que las tres mujeres estaban de lo más habladoras, y los halflings no perdieron la oportunidad de intentar sacar información que no pudieron sacar durante la Fiesta del Jardín, ya que el momento de la comida, lejos de oídos indiscretos se prestaba a ello. Y en la sobremesa después de que Hanna los abandonara por tener otros compromisos, antes de tener que reencontrarse de nuevo con Emmanuelle por la tarde en “La Luna Roja”, vino el aluvión de información.

Y de no haber habido "aluvión", podían haber pedido "lentejón".

 -A Emmanuelle no le preocupaban los impuestos, y su opinión sobre Luigi era que se trataba de un pesado inmoral y peligroso.

-La Carabina aseguraba que ya le había dicho al mismo Graf que un tipo como Luigi no debería siquiera vivir en el mismo lugar que la princesa. También comentó que el mismo día que Luigi le hizo proposiciones indecentes a Emmanuelle, se las hizo a ella. Al parecer quería algo con las dos a la vez, el muy golfo.

-Sobre el Canciller Sparsam, Emmanuelle opinaba que es un hombre formal, inflexible y antipático que la insulta con “cumplidos” maravillosamente ambigüos. La Carabina por su lado no cambiaba de tema, y tras decir que Sparsam robaba del dinero público, volvió a meter a Luigi en el saco, diciendo que hacía lo mismo, compinchado con Sparsam. Añadió, que a Luigi habría que echarlo de Middeheim, y del Viejo Mundo si fuera posible.

-Parecía haber alguien sobre quien la Carabina no tenía motivos para hablar mal, y ese era el Caballero Eterno. Sobre él, mencionó que no era muy listo, pero que debería haber mas hombres como él en la corte. Era alguien tímido a quien se le había subido el puesto a la cabeza, pero todo un ejemplo de caballero que todos los hombres deberían seguir.

-También tenían algo que decir sobre Goebbels. El hombre trató de comprar los favores de Emmanuelle de mala manera, como Luigi, y opinaban que a Goebbels le gustaban los muchachos del coro.

-Y Al-Ulric tenía que salir tarde o temprano en la conversación, momento en el que Viktor se percató que Emmanuelle se hacía la loca evadiendo el tema descaradamente, no queriendo hablar del Sumo Sacerdote. La Carabina por su parte opinaba que era demasiado blando con el Caos, y que le veía muy nervioso por el palacio.

    Tras el cafecito de la comida, Emmanuelle insistió en hacer una pequeña aportación a la Compañía de La Pala Aulladora para ayudar en la difícil situación de Viktor, y insistió en llevarlos de compras para que adquirieran ropajes adecuados para unos halflings como ellos. Así, y tras un pequeño paseo por la ciudad en el que les mostraron varios edificios importantes, como el Gremio de Hechiceros, o la propia “Luna Roja”, el local con el que la Dama de La Corte se reuniría con Hanna para tomar unas copas por la tarde. Un local muy elitista, más incluso que “La Luna Cantarina”, y cuya dueña era Eva Dietrich.

  Terminado el paseo, los halflings se despidieron de la Carabina y la Dama de La Corte con varias sospechas, y la más gorda de ellas, la que relacionaba a Emmanuelle con Al-Ulric.

  Y en este punto los dos hermanos halflings se separaron, uno para encontrarse con Rayane en el teatro, y la otra de compritas en busca de herramientas para su oficio como amiga de lo ajeno. Y no fue tan mal la cosa, aunque de momento tendrá que esperar para permitirse unas ganzúas de gran calidad, por mucho que la señora de la cerrajería se lo bajara a 75 Coronas de Oro tras el regateo de rigor.

  Magmar y Arty por su lado, acudían durante aquel día a ver los Coros Enanos del Valle junto a Dennin y otros dos enanos. Allí estaban también Dieter y Kirsten, quien se encontraba ansiosa por ver el espectáculo, un espectáculo que no dejó indiferente a nadie, y que emocionó a Magmar, a quien las voces de los coros interpretando obras enanas le recordaron a su Karak.

Sí, lo enanos también lloran. En serio.
Al menos cuando se les agua la cerveza.
  Al terminar el espectáculo, Arty y Magmar convencieron a los enanos de ir a tomar unas cervezas, y de camino a “El Hacha Afilada”, una taberna de enanos y para enanos, cercana al Gremio de Ingenieros, supieron que en el Templo de Grungni se pidió expresamente que este coro viniera desde Zufbhar a cantar durante las festividades.

  Ya sentados, y con las cervezas en la mano, salieron los temas importantes a la luz. Arty y Magmar contaron a Dennin lo del ataque en el callejón, y este seguía pensando lo mismo, aunque era reacio a hablar con los elfos. Tras mucho insistir, Arty logró convencerlo de hablar con ellos para averiguar quien puede estar tratando de inculparles.

  Logrado su objetivo, Arty abandonó el local, dejando a Magmar pasar la tarde entre enanos, y dirigiéndose él a la ópera, con la intención de interceptar a Luigi tras su actuación en “El Bárbaro de Sevilla”. Y bien que pasó la tarde nuestro Magmar, sí. Ya que Dennin andaba con prisas para terminar una grúa que necesitaban en ciertas obras de reforma antes de que terminara la semana, y no podía estirar más el tiempo de bebercio, los enanos quedaron para el siguiente día, y tratar el tema de la prótesis para la amputada mano de Magmar, por lo que tras despedirse, nuestro querido Magmar se dirigió a la Plaza de los Marciales, a ver el espectáculo de elefantes por si la ocasión le brindaba la oportunidad de congeniar con alguna otra eminencia de la ciudad, o como mínimo enterarse de mas chismorreos. Pero ni una cosa, ni la otra oyes, lo único que consiguió fue que le robaran la cartera entre el gentío, y Magmar a pesar de disfrutar del elefantiásico espectáculo, terminó el día con un humor de perros, y 1 corona y 18 chelines menos.

1 comentario:

  1. Sí, la verdad es que todo lo que conseguimos Viktor y yo sonsacar durante esa espléndida comida con las bellas damas (y la horrenda Carabina) fue de suma importancia para nuestras investigaciones. Lo mejor de todo: haberme llenado la tripa con comida de la mejor calidad y además ahora tengo un vestido elegante y precioso con el que ocultar mejor mi verdadero trabajo, jur jur jur.

    Respecto al coro de los enanos, no estuve presente pero sé de buena mano que fue algo emocionante. No hubiera estado mal presenciar a unos cuantos enanos lagrimeando, eso es algo que no se da con mucha frecuencia, que digamos.

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