Despues del
desagradable incidente del callejón, el grupo no estaba para muchas payasadas,
y tocaba ponerse serios. Así que tras lamerse las heridas, decidieron entrar en
acción cuanto antes, y volver a meter caña a los malosos. Pero como siempre, lo
que hicieron fue irse de cañas. ¡Dios, qué juventud
25 de Sommerzeit. Amanece, que no es poco.
Viktor y Karin
salieron del templo de Shallya en dirección al Gran Parque, en donde fueron
informados por Arty y Magmar sobre el nuevo trabajo de Albrecht como herbolario,
e informándose de las nuevas sobre su investigación, supieron también de que
Herr Doctor Pavarotti era un gran aficionado a la ópera, y que de hecho, tenía
un pequeño papel en la obra teatral “El Bárbaro de Sevilla”, que se exponía
durante aquellos días en el teatro principal de Middenheim.
Magistral interpretación de la clásica obra. |
Durante el desayuno,
se debatió sobre los cursos de acción ahora que sabían que alguien íba a por
ellos tras el ataque del día anterior ( ¿Y a estas alturas, quién no vá tras
ellos?), y sobre que al menos tenían a los dos elfos de su parte después de lo
sucedido, terminaron decidiendo que había que encontrar a alguien capaz de deshipnotizar
a Dieter, quien a todas luces mostraba síntomas de haber sido influenciado por
ese medio para apoyar los impuestos, y así ver si podían descubrir algo más mediante un Dieter deshipnotizado.
Tras el buen desayuno, al ir a dar el pago del
día a los papones, comentando lo sucedido con estos supieron que ellos también
habían tenido visitas de la mafia local, pidiendo dinero en “Concepto de
Protección”. Evidentemente los mafiosos cobraron, y cobraron bien, pero no se
llevaron ni una corona de oro de los gitanos. Sabiendo esto, el grupo logró
hacer más lazos con los gitanos, quienes se disgustaron y cabrearon por partes
iguales al saber de lo ocurrido al “Payo Halfling”.
¡Aaaay, al payo halfling que no me lo toooquen ni un peeelo! |
Despues de hablar
con los gitanos tocaba visita a Albrecht, a quien encontraron en la tienda
“Tomillo y Oregano”, empollándose los libros del jefe para reconocer plantas
cuando le tocara salir a buscarlas. La visita sirvió para poner a todo el mundo
al corriente de cómo andaban las cosas e intercambiar planes, ya que gracias
al nuevo trabajo de Albrecht, ahora este tenía la muy ventajosa licencia para
salir de la ciudad por motivos de trabajo gracias a su contrato con Alfonse (y
como becario de la herboristería).
Terminada la visita,
el grupo se separó para ir cada cual a lo suyo, yendo los dos hermanos
halflings al estadio Bernabau a ver el espectáculo de Tragafuegos. Allí
encontraron entre la gente a la Carabina de la princesa, acompañada de la Dama
de la Corte Emmanuelle y de Hanna Eberhauer, la ayudante del Gran Hechicero de
Middenheim. Al término del espectáculo, los dos halflings se acercaron a hablar
con ellas, y tras unas primeras impresiones en las que todas se asustaron al
saber que dormían en un carromato entre gitanos, y que propició que la Carabina
no tuviera ningún reparo en mostrar su desagrado ante los halflings opinando
que solo se acercaban a la corte en busca de dinero, los halflings lograron
hacer suya la conversación y convencer de sus buenas intenciones a las
presentes (salvo a la Carabina), valiéndose del estado de Viktor, por quien sintiendo
gran tristeza por lo sucedido, y tratando de ser lo más amables posibles, los
dos halflings fueron invitados a comer con ellas en “El Barco Teatro” del Gran
Parque, con vino del caro, y comida aún más cara.
Sí, sí. Todo muy "Typical Middenheim", pero ya sabemos quienes son los chef en las cocinas de los restaurantes. |
La comida fue de lo
más interesante, ya que las tres mujeres estaban de lo más habladoras, y los
halflings no perdieron la oportunidad de intentar sacar información que no pudieron
sacar durante la Fiesta del Jardín, ya que el momento de la comida, lejos de
oídos indiscretos se prestaba a ello. Y en la sobremesa después de que Hanna
los abandonara por tener otros compromisos, antes de tener que reencontrarse de
nuevo con Emmanuelle por la tarde en “La Luna Roja”, vino el aluvión de
información.
Y de no haber habido "aluvión", podían haber pedido "lentejón". |
-A Emmanuelle no le preocupaban los impuestos, y su opinión
sobre Luigi era que se trataba de un pesado inmoral y peligroso.
-La Carabina aseguraba que ya le había dicho al mismo Graf
que un tipo como Luigi no debería siquiera vivir en el mismo lugar que la
princesa. También comentó que el mismo día que Luigi le hizo proposiciones
indecentes a Emmanuelle, se las hizo a ella. Al parecer quería algo con las dos
a la vez, el muy golfo.
-Sobre el Canciller Sparsam, Emmanuelle opinaba que es un
hombre formal, inflexible y antipático que la insulta con “cumplidos”
maravillosamente ambigüos. La Carabina por su lado no cambiaba de tema, y tras
decir que Sparsam robaba del dinero público, volvió a meter a Luigi en el saco,
diciendo que hacía lo mismo, compinchado con Sparsam. Añadió, que a Luigi
habría que echarlo de Middeheim, y del Viejo Mundo si fuera posible.
-Parecía haber alguien sobre quien la Carabina no tenía
motivos para hablar mal, y ese era el Caballero Eterno. Sobre él, mencionó que
no era muy listo, pero que debería haber mas hombres como él en la corte. Era alguien
tímido a quien se le había subido el puesto a la cabeza, pero todo un ejemplo
de caballero que todos los hombres deberían seguir.
-También tenían algo que decir sobre Goebbels. El hombre
trató de comprar los favores de Emmanuelle de mala manera, como Luigi, y
opinaban que a Goebbels le gustaban los muchachos del coro.
-Y Al-Ulric tenía que salir tarde o temprano en la
conversación, momento en el que Viktor se percató que Emmanuelle se hacía la loca
evadiendo el tema descaradamente, no queriendo hablar del Sumo Sacerdote. La
Carabina por su parte opinaba que era demasiado blando con el Caos, y que le
veía muy nervioso por el palacio.
Tras el cafecito
de la comida, Emmanuelle insistió en hacer una pequeña aportación a la Compañía
de La Pala Aulladora para ayudar en la difícil situación de Viktor, y insistió
en llevarlos de compras para que adquirieran ropajes adecuados para unos
halflings como ellos. Así, y tras un pequeño paseo por la ciudad en el que les
mostraron varios edificios importantes, como el Gremio de Hechiceros, o la
propia “Luna Roja”, el local con el que la Dama de La Corte se reuniría con
Hanna para tomar unas copas por la tarde. Un local muy elitista, más incluso
que “La Luna Cantarina”, y cuya dueña era Eva Dietrich.
Terminado el paseo,
los halflings se despidieron de la Carabina y la Dama de La Corte con varias
sospechas, y la más gorda de ellas, la que relacionaba a Emmanuelle con
Al-Ulric.
Y en este punto los
dos hermanos halflings se separaron, uno para encontrarse con Rayane en el
teatro, y la otra de compritas en busca de herramientas para su oficio como
amiga de lo ajeno. Y no fue tan mal la cosa, aunque de momento tendrá que
esperar para permitirse unas ganzúas de gran calidad, por mucho que la señora
de la cerrajería se lo bajara a 75 Coronas de Oro tras el regateo de rigor.
Magmar y Arty por su
lado, acudían durante aquel día a ver los Coros Enanos del Valle junto a Dennin
y otros dos enanos. Allí estaban también Dieter y Kirsten, quien se encontraba
ansiosa por ver el espectáculo, un espectáculo que no dejó indiferente a nadie,
y que emocionó a Magmar, a quien las voces de los coros interpretando obras
enanas le recordaron a su Karak.
Sí, lo enanos también lloran. En serio. Al menos cuando se les agua la cerveza. |
Ya sentados, y con las
cervezas en la mano, salieron los temas importantes a la luz. Arty y Magmar
contaron a Dennin lo del ataque en el callejón, y este seguía pensando lo
mismo, aunque era reacio a hablar con los elfos. Tras mucho insistir, Arty
logró convencerlo de hablar con ellos para averiguar quien puede estar tratando
de inculparles.
Logrado su objetivo,
Arty abandonó el local, dejando a Magmar pasar la tarde entre enanos, y
dirigiéndose él a la ópera, con la intención de interceptar a Luigi tras su
actuación en “El Bárbaro de Sevilla”. Y bien que pasó la tarde nuestro Magmar,
sí. Ya que Dennin andaba con prisas para terminar una grúa que necesitaban en
ciertas obras de reforma antes de que terminara la semana, y no podía estirar
más el tiempo de bebercio, los enanos quedaron para el siguiente día, y tratar
el tema de la prótesis para la amputada mano de Magmar, por lo que tras
despedirse, nuestro querido Magmar se dirigió a la Plaza de los Marciales, a
ver el espectáculo de elefantes por si la ocasión le brindaba la oportunidad de
congeniar con alguna otra eminencia de la ciudad, o como mínimo enterarse de
mas chismorreos. Pero ni una cosa, ni la otra oyes, lo único que consiguió fue
que le robaran la cartera entre el gentío, y Magmar a pesar de disfrutar del
elefantiásico espectáculo, terminó el día con un humor de perros, y 1 corona y 18
chelines menos.
Sí, la verdad es que todo lo que conseguimos Viktor y yo sonsacar durante esa espléndida comida con las bellas damas (y la horrenda Carabina) fue de suma importancia para nuestras investigaciones. Lo mejor de todo: haberme llenado la tripa con comida de la mejor calidad y además ahora tengo un vestido elegante y precioso con el que ocultar mejor mi verdadero trabajo, jur jur jur.
ResponderEliminarRespecto al coro de los enanos, no estuve presente pero sé de buena mano que fue algo emocionante. No hubiera estado mal presenciar a unos cuantos enanos lagrimeando, eso es algo que no se da con mucha frecuencia, que digamos.