Al fín ha sucedido. Sanidad nos ha dado un toque de atención a causa de las frecuentes hemorragias causadas como consecuencia de la lectura de este blog, y aunque gustósamente nos encantaría seguir apoyando el crecimiento del sector de los bancos de sangre, nos hemos visto obligados a recuperar el sistema de los volúmenes, por lo que a partir de ahora procederemos a su uso y abuso cuando la extensión de las entradas así lo requieran. Hecho el aviso, retomamos la campaña al perpetrar la que fue la primera partida del año. Y "perpetrar" es la palabra clave, ya que no se puede definir de otra forma el horror sangriento que los PJ-s desataron una vez más. Está vez cedemos el turno a Magmar para que nos cuente de primera mano la que seguramente pasará a considerarse "Zona Catastrófica" en el Viejo Mundo durante las semanas venideras. Tres, dos, uno... adelante con la crónica: Después de pasar tres días en Grissenwald, doloridos y en manos del galeno Frederick, haciendo algunas compras, reparando la armadura de Ragnar, cotilleando todo lo posible acerca de lo que ocurría en la mina... nos enteramos que los bichos verdes que quedaran habían huido dejando la mina vacía, de ellos y de oro. Aunque al menos, haciendo de diplomáticos (si, ¡De los de sin armas!) conseguimos que desde el ayuntamiento dejaran las montañas y la torre (aunque vacía de coronas de oro, que ya sabemos que los políticos son todos unos chorizos) a los enanos de Khazid-Slumbol, terminando por llevarse bien con ellos al llegar al trato de que fuera el clan Granmartillo el que acabara con las posibles amenazas que por allí llegaran. ¡Ah! Y nos recompensaron, claro. 100 coronas, y títulos de “Hijos predilectos de Grissenwald”. ¿Que para qué sirve eso? No lo tengo muy claro, aunque uso sí que le dimos... Así que tras eso, y una despedida del Capitán Bingham con buena comida... y mucha bebida, nos montamos en un barco (que junto con la estancia de los tres días, y comidas y bebidas, nos pagaron desde el ayuntamiento como parte de la recompensa por la ayuda prestada). Decididos a encontrar a Ethelka y una vez estudiada la carta encontrada en su hogar, viajamos en dirección Middenheim, lugar del remite de la carta, para lo que primero tendríamos que bajar en Altdorf, que era a donde llegaba el barco en el que nos montamos. Pero dicho barco, tenía que hacer una parada obligatoria en Kemperbad, donde decidimos hacernos con algunas provisiones, e ir en busca de algún galeno para seguir con las curitas sanas. Sin meternos en líos. Simplemente subir y bajar a la ciudad usando los elevadores de la misma. ¿Alguien recuerda el comentario de que en Kemperbad hacía unos 50 años que no tenían ningún accidente en sus montacargas? ¡JA! ¡No contaban con nuestra habilidad para causarlos! |
"50 años sin accidentes, y ellos solo necesitaron 3 minutos y 27 segundos para liar la de Dios es Sigmar..." Pensaba el Director de Juego de vuelta a casa. |
¿Que cómo sabemos que era un brujo? Porque en cuanto llegamos arriba, corrimos a las murallas, a un lugar en donde poder ver hacia dónde se dirigía dicho grupo, intentando gritar a Ragnar para que se percatara de la presencia de la bruja en los muelles de abajo, pero temo que estaba ya algo duro de oído. En fin, que como no nos escuchaba, corrimos hacia el montacargas que iba a bajar en ese momento, comprando por una corona los sitios de los cuatro, y montándonos. Pero claro, la guardia tiene que incordiar. Sino no se quedan a gusto. Cuando ya estábamos unos metros más abajo, nos hicieron subir acusándonos de alteración del orden debido a la atropellada llegada que hicimos a la ciudad, empujando y alborotando a todo el mundo para poder alcanzar las murallas desde las que observar cuanto antes, a donde iba Ethelka. Pero nuestra insistencia de que había una bruja y que había que pararla, hizo que incluso insistieran en acompañarnos, cuando, al pedir que nos identificáramos, les diéramos... si, exacto, el papel que no sabemos ni para qué vale. ¡Pero sirvió!
Al bajar a nuestra par varios de ellos, y en otro montacargas más haciendo oídos sordos debido a la agitación, a las advertencias de los ingenieros que operaban los elevadores sobre sobrepeso por las armaduras y armas que portaban, con las prisas pasó lo que tenía que pasar. Cedieron algunas cuerdas, los frenos no fueron suficientes, y todo el sistema de elevadores cascó, con lo que los guardias se precipitaron (nunca mejor dicho) a los muelles en una caída libre de 200 metros, y nosotros estuvimos a punto, pero ya estábamos casi abajo del todo, por lo que no hubo que lamentar ningún mal y únicamente sufrimos un pequeño choque contra el suelo.
¡It's raining men! ¡Hallelujah! |
La parte buena, es que conseguimos vengarle matando a la bruja, “el libros”, y el terrible demonio que invocaron cuando tratamos de darles caza, y cuya presencia no hizo otra cosa que animar el ya de por si excelente caos de gente corriendo, y atropellándose unos a otros, causado por el accidente de los elevadores. Aunque no tenemos mucha más información que antes, tenemos un nombre que investigar sonsacado a la moribunda Ethelka, y tal vez una máquina de señales a la que volver, con todas las llaves encontradas, puesto que la última estaba en posesión de los dos brujos, para tener a Arty leyendo algunos documentos que nos aclaren lo que ha pasado, o querían que pasara... o puede que vaya a pasar ahora.
Eso si nos dejan irnos de Kemperbad, una vez hecho el recuento de muertos y heridos tras el accidente indirectamente provocado, y la aparición del demonio, claro. Y después de volver a Grissenwald a darle un digno entierro a Ragnar.
Jajaja, leído así no suena tan fuerte como yo lo recuerdo porque es que... ¡¡MENUDA LIAMOS!!
ResponderEliminarY en cosa de unos segundos nada más.
El ansia nos pudo, las ganas de cargarnos a Ethelka y de saber de una vez por todas qué está sucediendo con esas malditas sectas.
Ahora tal y como terminó la pelea contra "la bruja" y las muertes de esos guardias de Kemperbad, no me extrañaría que el Viejo Mundo se fuese a la mierda mientras nosotros (los que aún quedamos vivos) nos pudrimos en la cárcel o tal vez en la horca.
Un saludo de esta pequeña que espera sobrevivir a lo que sea que suceda a partir de ahora.
Ejem, ¿ya os habeis cargado a Ragnar? Eso no es justo. Me caía bien el enano cabezón... En fin, ahora tan sólo queda rezar para que le acepten a dónde diablos vayan los enanos cuando palman... Esperemos que al menos allí haya cerveza y buenas mujeres.
ResponderEliminarRequiescat in pace.
Fdo: Altdorf
Ya comenté que los Puntos de Destino estaban flojeando, solo era cuestión de tiempo que empezaran a caer PJ-s, muejeje.
ResponderEliminarNo os encariñéis con los PJ-s, que tal como acabó la partida, en la próxima quizás no hayan Puntos de Destino suficientes para sacarles las castañas del fuego >:b
¡¡¡HEMOS SOBREVIVIDO!!!
ResponderEliminarNo nos lo creemos ni nosotros jajaja
Altdorf que hayan empezado a haber muertes es culpa tuya (no... no tiene nada que ver con que Ragnar fuera en plan suicida para [leer entrada]... no, nada que ver) La próxima vez no se te ocurra pedir más muertes :P
Ahora estamos viendo qué hacemos. Ir a un sitio en el que hay posibilidades de que nos maten después de ir a otro en el que puede que nos encierren y tiren la llave o... vaya, que no creo que tengamos demasiado futuro xDD