miércoles, 6 de julio de 2011

ACTO 5 (Vol. 1)

  Lo se, se ha hecho esperar, se ha hecho de rogar. Pero aquí está por fín, el siguiente acto de nuestra épicochorra campaña.
 
  Algunos decían que no podríamos seguir con ello. Otros, decían que no DEBIAMOS seguir con ello, pero nuevamente, aquí estamos dando por saco, pese a que el mundo real, ese en el que te miran raro por querer arreglar los problemas con compañeros del curro con una tirada de Carisma, nos haya tenido completamente absorbidos en este tiempo. Aunque bien mirado, algo de razón tienen al mirar raro, lo mejor para arreglar esas cosas, es una tirada de Habilidad de Armas.

  Pese a lo ya dicho, lo acontecido en este resumen ocurrió hace ya bastantes semanas, y de momento la campaña está más parada que la rana Gustavo en una cama de velcro. Es una putada, pero la vida es así de cabrona. Y lo seguirá siendo hasta que no saque una buena Furia de Ulric con alguno del trabajo, seguido de un crítico de valor diez en la tabla de los paellazos.

  Así pues, vamos al meollo, que si no lo muevo yo, Gustavo no se mueve ni acostando al lado un caimán.

Nuevamente, os meto el resumen en dos partes, para que lo podáis digerir mejor, que esto va camino de superar Guerra y Paz. En extensión, claro, no en aportación cultural.

9 de Pflugzeit

  Nuestros héroes (por llamarlos de alguna forma), se tomaron un merecido descanso en Bögenhafen tras los desastrosos sucesos que acaecieron en las anteriores aventuras. No es para menos, por cuanto que el estado de algunos era menos saludable que el que presentan los ejemplares del escaparate de las pescaderías, y como mínimo, necesitarían de unas semanas en Marina d´Or (ciudad de vacaciones), para recuperar la salud física. La mental no, esa ya es irrecuperable.

  Pero como aún faltan siglos para que en el Viejo Mundo aparezca alguien parecido a Ane Igartiburu para invitar a la gente al solaz y el placer que supone estar tirado en la playa panza arriba, los protagonistas de este drama sin precedentes, tuvieron que conformarse con unas visitas a las Shallyanas, (nada fructíferas, por cierto, se ve que Shallya se ha hartado de que solo se acuerden de ella para que les ponga tiritas ) y cuatro paseos por la ciudad para calmar los nervios entre tapitas de mejillones y cañas en lo que quedaba de fiesta en el lugar. En el proceso aprovecharon para hacer alguna compritas, en el caso de Karin para ejercer un poco su oficio como ladrona y sacarse unos cuartos, y  en general, enterarse de cómo andan las cosas por el Imperio, descubriendo que la gente es tan chanchullera como en cualquier lado (los comerciantes andaban etiquetando vino de importación, como regional para saltarse los aranceles portuarios. Ríete de Mario Conde). E incluso a Arty le dio tiempo de volver a tener un encuentro con sus amigos los mimos. Sí, los mismos que a la llegada de Altdorf le hicieron extraños gestos, volvieron a cruzarse con él para lo mismo, haciendo que la mosca no deje de rondarle al pobre ladrón de tumbas con el asunto.

  Pero en algún momento tenían que decidir qué hacer, más que nada por que Joseph se las piraba, y llegaba la hora de emanciparse, o seguir chupando del bote (en este caso, llamado Berebeli). Fue entonces cuando las intrigas volvieron a aparecer en la vida del grupo, al revisar las cartas robadas a la Ordo Septenarius en el almacén 13. A Arty le sonaba mucho el nombre de una carta enviada por alguien llamada Edelka, o Ezelka, o algo así, y por el contenido del mensaje enviado a Johannes Teugen, algo les decía que la amenaza del Caos no había terminado con el incendio en el muelle.

Si, si... mucho echarle la culpa al Caos,
pero todos sabemos quienes empezaron el incendio que todavía están apagando.

  Sin nada más que hacer, y dada la intención de Arty por cambiar de profesión y dedicarse a algo más salubre que transportar cadáveres, todos decidieron continuar con Joseph ya que su siguiente parada era en Delberz, a donde Arty quería dirigirse, y en donde encontrarían más información de la persona que envió las cartas chungas a Teugen, puesto que según Arty, allí encontrarían a un magister amatista (los que tratan con los muertos) para quien Arty había trabajado, que entendía bastante de estas cosas, y que ¡Oh! ¡Sorpresa! Era la misma persona a quien Arty quería ir a ver para dejar su profesión y dedicarse a ganarse la vida de otra forma. En otras palabras, el chico va a dejar de robar muertos, para dedicarse a hablar con ellos. Como decía antes, la salud mental de esta gente ya es irrecuperable.

12 de Pflugzeit

  Tras un par de días en Bögenhafen, el grupo zarpó del puerto para retomar su viaje por el río, hacia Delberz. Viaje que como supondréis no estuvo carente de emociones sin par, que dejan el Dragón Khan a la altura del betún.

  Ya ha medio viaje a Delberz, se encontraron con un cadáver  atravesado por flechas flotando en el río, y más adelante, una barcaza varada en la orilla con signos de batalla. Como las leyes del río, obligan a ayudar a los que viajan por el mismo, decidieron pararse a ver qué se cocía allí. El hecho de que tuvieran la oportunidad de saquear a gusto una barcaza de comercio, no influyo para nada en la decisión de abordarla para prestar la ayuda exigida por ley.

  Todos extremaron precauciones ante lo que iban a hacer, y Joseph extendió la pasarela hasta la otra barcaza, pasando a la misma Joseph, Ragnar y Arty, por ese órden, y quedándose en el Berebeli los demás junto a Wolmar y Gilda, por si algo se torcía para prestar ayuda.
Representación gráfica de "Todos extremaron precauciones".

  Y efectivamente, algo se torció. O mejor dicho, todo se torció, por que en cuanto estaban a media pasarela, una mutante alada los atacó lanzándose en picado desde el aire tras elevarse desde el bosque de la orilla. Lanza en mano, la mujer alada se dirigió en ruta de colisión directa, hacia los tres aguerridos aventureros mientras chillaba gritos de alarma.
 
  Ragnar fue el primero en reaccionar, empujando a Arty hacia el Berebeli, y a Joseph hacia el barco que abordaban, sacándolos de la pasarela y afianzándose en la misma para enfrentar el choque contra la criatura mutante, quien no ensartó al enano, y ambos sufrieron una brutal colisión. Ragnar se mantuvo firme en la pasarela sin caer al agua, y la mutante continuó su trayectoria, perdida la estabilidad, y haciendo molinillos en el aire, se fue a estrellar entre los árboles de la otra orilla.

  Y mientras tanto, en la otra barcaza, varios mutantes aparecían desde la bodega para sorpresa de Joseph, quien también pudo ver cadáveres tirados por la cubierta. Los nuevos invitados de la función eran un tipo que debía ser mínimo, de la familia de Chewbacca dada la moqueta de pelo que invadía su cuerpo, y otro con un pico de ave rapaz por boca.

  Y ya la tuvieron liada. En la cubierta del barco comenzó una bronca mientras que desde el Berebeli, los halflings, y Magmar ayudaban a Joseph y a Ragnar a base de pedradas y saetazos de ballesta. Pero el protagonismo de la pelea pasó al Berebeli, cuando un cuarto mutante hizo acto de presencia desde el agua. Y es que otro ser, esta vez tentáculado, apresó a Victor atrayéndolo hacia las húmedas profundidades del río. El halfling logró afianzarse a la barandilla del Berebeli a tiempo, y Magmar, Karin y Arty, quien se encontraba a media pasarela a punto de abordar el otro barco, corrieron en su ayuda. Ayuda que no llegó a tiempo, puesto que el mutante logró arrancar a Victor de la seguridad del Berebeli y zambullirlo en el agua, de donde era imposible de sacar, pese a que Arty realizara una heroica zambullida en la misma para hacerlo emerger.

  La batalla mejoró para los que se encontraban en los barcos, con gran derroche de efectos de casquería a cargo del director de juego, pero no para Victor, a quien le faltaba aire en el cuerpo. Todos sus compañeros corrieron a ayudarle en cuanto acabaron con los mutantes de arriba, pero nadie era capaz de atinar a darle al de los tentáculos, protegido como estaba gracias a la poca visibilidad que ofrecían las turbias aguas del río. Finálmente, y gracias a una señora Pifia, el mutante aflojó la presa cuando Viktor ya sentía que se le iba la vida (o una de ellas, estos halflings tienen muchos Puntos de Destino), y ayudado por Arty, logró recuperar el aliento sacando la cabeza del agua.

La señora de la limpieza se va a poner hecha una furia
si seguimos con este nivel de carnicería.


  Viendo que allí poco más podía hacer, el chipirón del caos huyó del lugar, y Arty y Victor volvieron al Berebeli ayudados por una cuerda que previamente sus compañeros habían atado al mástil del mismo.


  Pasado el susto, y descubierto el motivo por el que habían encontrado el barco varado, el grupo lo investigó, encontrando los cadáveres de la tripulación, además de unos pocos más mutantes, y a una mujer con aspecto de gitana llamada Renata, escondida en la bodega del mismo, que poco pudo hacer por aclararles lo ocurrido. Al parecer, el jaleo comenzó cuando ella se encontraba en la bodega, y temiendo por su vida, se escondió en uno de los barriles más grandes, rezando por que pasara el peligro, hasta que aparecieron los aventureros. Además, pudieron saber que el barco cargaba una abundante provisión de lana, de la que podían sacar tajada.

  Tras debatirlo, decidieron que lo suyo no era el comercio, sino el bebercio, y tampoco había presente nadie que hubiera pensado al hacerse la hoja del PJ, que la habilidad de hacer calceta pudiera ser útil, así que decidieron dejar las cosas como estaban, aceptar la recompensa que la casa comerciante propietaria de la barcaza les pudiera dar, y dejarse de tonterías con la lana.

Trataré de conseguir este suplemento de información vital para la siguiente ocasión.
  Todos se distribuyeron entre las dos barcazas, y contra todo pronóstico y gracias a la ayuda de Wolmar lograron llevar la recién encontrada a buen puerto, concretamente, al de Delberz.

1 comentario:

  1. Jajaja, eres un grande, Jagobita.

    Ala que, como ya he dicho, la próxima vez a ver si hace el resumen alguno de los individuos que aún no lo han hecho, que no cuesta tanto, cojona.

    La imagen de "todos extremaron precauciones" es brutal, aunque hay que tener en cuenta que si nuestros pj's fuesen como los de la imagen otro gallo cantaría en todas las partidas XDDDDDDD.

    Viktor estuvo a punto de morir, tan a puntito que yo sufría y todo viendo a Dani paarlo mal con su pequeñajo ahogándose cada turno más y más sin poder salir del agua. Menos mal que todo quedó en un susto, otro más que sumar a la cuenta de "experiencia cercana a la muerte" de los halflings.

    ¡Eh! No me fijé la primera vez pero... ¿la imagen to' gore no es del Guild Wars: Factions? Parece el Shiro ese, ¿no? XDDDDDDDD.
    Respecto a lo de dedicarnos a hacer calceta... aquí una menda (usease, Karin Villaverde) se lo plantea en serio, así podría hacerse trapitos monos con lo que vaya encontrándose aquí y allá XDDD.

    En espera de la segunda parte y de la continuación en mesa, of course.
    Saluditos a todos y un besazo al autor de la entrada.

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