¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya en las últimas entradas de este desastre de blog? Pues tal vez hablar sobre la satisfacción que siente uno al regodearse en su propia crapulencia, ejerciendo como señor de los destinos del mundo.
Sí, claro, todos nos conocemos esa cantinela de que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad ¿Verdad? Lo que pasa es que todo gran poder también conlleva unas ganas terribles de disfrutar fastidiando a los demás, y el trabajo responsable es muy sufrido y con pocas satisfacciones, así que ¿Qué hay de malo en divertirse un poco mientras se ejerce con el ingrato trabajo de dirigir el cosmos? Muchos exclaman: “¡Dios no existe!” A lo que yo respondo “¿Ah sí? ¡Pues toma herpes genital!”. Y ahora vas y le sueltas a tu esposa, novia, amante o muñeca hinchable, que no es más que un virus y que los poderes divinos no existen, cuando pregunte por las facturas del “Palacio del amor”. ¿Todavía te crees que el herpes ha sido un desafortunado accidente causado por un virus? Jé, iluso… Tzeentch era mi alumno aventajado.
Pero me voy por las ramas. Sí, me lo estoy pasando bien. Deberían estarme agradecidos, los caminos del señor son inescrutables, y todo tiene un por qué en el gran plan, que no es otro que partirme de risa a su costa. Incluso los miembros mutilados, las enfermedades y todas las cosas malas que pasan por ahí abajo y que lanzo sin ningún miramiento, ni compasión. Como digo, deberían estarme agradecidos, porque sin todas esas calamidades, ninguno de los habitantes del cosmos tendría la oportunidad de ganar PEX, ni subir niveles. Cosas que por cierto, pueden hacer porque yo quiero, faltaría más.
La imagen lo dice todo. |
¿Y los protagonistas de esta campaña? ¡Já! Con esos me río más que con ningún otro. Deberíais ver la que les tengo preparada, se trata de… bueno, ya lo veréis. No queremos desvelar sorpresas ¿Verdad? Muajajaja… El último año me lo estoy pasando bomba con esos, aunque todo tendrá su premio, os lo prometo. ¿Qué clase de omnipotencia sería si no recompensara de alguna forma todo el sufrimiento por el que les hago pasar? Yo también sé mostrar agradecimiento, y no soy tan cruel como la gente piensa, así que ya recibirán la recompensa a su debido tiempo, por lo bien que me lo están haciendo pasar. Tengo que reconocer que la gente del circo que he montado ahí abajo son unos profesionales, jejeje, y se merecen el dinero de la taquilla tanto como yo las birras que me tomo mientras veo el espectáculo.
La cosa va bien. No disfruto del show tanto como querría porque mi apretada agenda no me permite poder hacerlo todas las veces que me gustaría, ya que las reuniones con el jefazo de Chuck Norris comen mucho tiempo en esta empresa divina, pero cuando quito el pause al Viejo Mundo y dejo fluir los acontecimientos de la campaña, todo el tiempo entre sesiones merece la pena ser llevado. No puedo más que mostrar agradecimiento a ese grupo de tarados, que hacen más llevadera la tarea de dirigir el Viejo Mundo, porque ¡Diantres! me lo paso genial tanto viéndolos sufrir con sus calamidades como disfrutando de las alegrías que les da la vida, y no puedo evitar soltar la lagrimilla recordando a esas otras gentes cuyos destinos tejí en otros mundos, y en otros tiempos. Si al final se les coge cariño, no creáis, y procuro encontrar tiempo para beber unos cacharros cada vez que mando a alguno al cielo, infierno, o dimensión mortuoria correspondiente a su plano.
De modo que en el fondo no me queda otra cosa que agradecer su existencia. Sin ellos esto no sería posible, y es una gozada poder verles en acción, enfrentarse a todo lo que les mando, y festejar todo lo que consiguen, aunque la mayoría de veces se trate de incendios y violencia gratuita y sin sentido. De todas formas, sigo pensando que soy un poco blando. Hablaré con Chuck para que aumente las asignaciones a mi departamento, y subir más el nivel de carnicería. Tengo ganas de tomarme unos cacharros con alguno de estos delincuentes en el reino de Morr.