lunes, 23 de enero de 2012

¡Infeliz cuesta de Enero a Todos!

  Terminamos por fín con el especial navideño más innecesariamente largo jamás escrito. Dadas las fechas resulta demasiado rebelde meter la siguiente entrada en el especial, por lo que hemos optado por subirla separada del resto, y con un título más acorde a los días que corremos.

  Así pues, mientras quedamos a la espera de poder jugar la que será la pimera partida de este año, y que no tardará en perpetrarse, aquí está el último de los balances de lo que ha sido la campaña durante el 2011, concrétamente el correspondiente a esa eminencia de la mesa de juego que viene a ser el Director de Juego, tejedor de sinos y putadas.





MASTERPLASTER

  ¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya en las últimas entradas de este desastre de blog? Pues tal vez hablar sobre la satisfacción que siente uno al regodearse en su propia crapulencia, ejerciendo como señor de los destinos del mundo.

  Sí, claro, todos nos conocemos esa cantinela de que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad ¿Verdad? Lo que pasa es que todo gran poder también conlleva unas ganas terribles de disfrutar fastidiando a los demás, y el trabajo responsable es muy sufrido y con pocas satisfacciones, así que ¿Qué hay de malo en divertirse un poco mientras se ejerce con el ingrato trabajo de dirigir el cosmos? Muchos exclaman: “¡Dios no existe!” A lo que yo respondo “¿Ah sí? ¡Pues toma herpes genital!”. Y ahora vas y le sueltas a tu esposa, novia, amante o muñeca hinchable, que no es más que un virus y que los poderes divinos no existen, cuando pregunte por las facturas del “Palacio del amor”. ¿Todavía te crees que el herpes ha sido un desafortunado accidente causado por un virus? Jé, iluso… Tzeentch era mi alumno aventajado.

  Pero me voy por las ramas. Sí, me lo estoy pasando bien. Deberían estarme agradecidos, los caminos del señor son inescrutables, y todo tiene un por qué en el gran plan, que no es otro que partirme de risa a su costa. Incluso los miembros mutilados, las enfermedades y todas las cosas malas que pasan por ahí abajo y que lanzo sin ningún miramiento, ni compasión. Como digo, deberían estarme agradecidos, porque sin todas esas calamidades, ninguno de los habitantes del cosmos tendría la oportunidad de ganar PEX, ni subir niveles. Cosas que por cierto, pueden hacer porque yo quiero, faltaría más.

La imagen lo dice todo.

  ¿Y los protagonistas de esta campaña? ¡Já! Con esos me río más que con ningún otro. Deberíais ver la que les tengo preparada, se trata de… bueno, ya lo veréis. No queremos desvelar sorpresas ¿Verdad? Muajajaja… El último año me lo estoy pasando bomba con esos, aunque todo tendrá su premio, os lo prometo. ¿Qué clase de omnipotencia sería si no recompensara de alguna forma todo el sufrimiento por el que les hago pasar? Yo también sé mostrar agradecimiento, y no soy tan cruel como la gente piensa, así que ya recibirán la recompensa a su debido tiempo, por lo bien que me lo están haciendo pasar. Tengo que reconocer que la gente del circo que he montado ahí abajo son unos profesionales, jejeje, y se merecen el dinero de la taquilla tanto como yo las birras que me tomo mientras veo el espectáculo.

  La cosa va bien. No disfruto del show tanto como querría porque mi apretada agenda no me permite poder hacerlo todas las veces que me gustaría, ya que las reuniones con el jefazo de Chuck Norris comen mucho tiempo en esta empresa divina,  pero cuando quito el pause al Viejo Mundo y dejo fluir los acontecimientos de la campaña, todo el tiempo entre sesiones merece la pena ser llevado. No puedo más que mostrar agradecimiento a ese grupo de tarados, que hacen más llevadera la tarea de dirigir el Viejo Mundo, porque ¡Diantres! me lo paso genial tanto viéndolos sufrir con sus calamidades como disfrutando de las alegrías que les da la vida, y no puedo evitar soltar la lagrimilla recordando a esas otras gentes cuyos destinos tejí en otros mundos, y en otros tiempos. Si al final se les coge cariño, no creáis, y procuro encontrar tiempo para beber unos cacharros cada vez que mando a alguno al cielo, infierno, o dimensión mortuoria correspondiente a su plano.

  De modo que en el fondo no me queda otra cosa que agradecer su existencia. Sin ellos esto no sería posible, y es una gozada poder verles en acción, enfrentarse a todo lo que les mando, y festejar todo lo que consiguen, aunque la mayoría de veces se trate de incendios y violencia gratuita y sin sentido. De todas formas, sigo pensando que soy un poco blando. Hablaré con Chuck para que aumente las asignaciones a mi departamento, y subir más el nivel de carnicería. Tengo ganas de tomarme unos cacharros con alguno de estos delincuentes en el reino de Morr.

miércoles, 11 de enero de 2012

¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo a Todos! (Vol.4)

Lo sabemos. Este especial navidad se nos está yendo por los cerros de úbeda, pero con un poco de suerte, no seguiremos con el turrón y las uvas en Agosto.

He dicho con un poco de suerte, no os hagáis ilusiones.


En esta entrada anunciamos por un lado, la finalización de las dos nuevas secciones añadidas al blog, y que se pueden ver en el menú horizontal de arriba. Delincuentes del Show es una sección en la que encontraréis una descripción de las historias de los protagonistas de estas crónicas, y ¿Qué disparate es esto? es un intento de explicar a los posibles recién llegados la finalidad del blog, que por otro lado, nos sirve para recuperar el sin par prólogo que dió inicio a esta mamarrachada sin fundamento.

Pero a lo que vamos. Hoy nos quedamos con las palabras de otro enano del futuro, puesto que se ve que ambos tocayos de raza en el grupo, tienen altas las expectativas en la campaña, y apuntan a llegar a viejos. Dejemos que otro de ellos, nos ilumine con sus ilusiones de pensionista sobre su parecer del año de campaña que llevamos.




MAGMAR

En una casa de Barak-Varr se encuentra Magmar con una larga barba blanca, (y no es postiza, uno de los niños ya ha tirado cariñosamente de ella) y más arrugas, el ceño más fruncido... contando una historia a sus sobrinos:

- Aventuras. Quería correr aventuras. Y sigo queriendo. Lo que dice de mí que estoy loco. Como una cabra.  Porque vale, yo de joven en casa no estaba muy cómodo, por lo que quería viajar, conocer más lugares, personas, vivir de mi trabajo... todo lo que alguien que se quiere independizar ha de hacer. Aunque sea joven. Tan joven para casi no tener barba. Como tú, sobrino. – dice acariciándolo al pequeño que se ha sentado en las rodillas del ya anciano enano.


LOL ¿De verdad alguien piensa que Magmar llegará a esto?
-Traedme una cerveza, y que no llegue a vaciarse el vaso, ¿eh? Si queréis la historia, no debería quedarme con la boca reseca – guiña un ojo a su hermana, que está con sus hijos algo más mayores.
 

- Y es que correr aventuras no es malo, pero hay que elegir bien a los compañeros. Yo no me junté precisamente con lo mejor de cada casa. Ahora os cuento – dice pegando un trago a la jarra. -  Viajé con Ragnar, el único del grupo de nuestra raza, sicario, que resulta ser un borracho incorregible, ¡Menos mal que no tuvisteis que presenciar la escena que montó en la primera taberna que entramos! Estuvo persiguiendo a Karin (luego os cuento, otra joya) para intentar emborracharla, y claro, Victor (el hermano de Karin) detrás de Ragnar para que dejara en paz a su hermana. ¡Y un cochero detrás de Victor, para intentar alcanzar a Ragnar para echar un pulso! Vaya noche. Y era la primera que pasábamos juntos. Y todo fue porque Karin le había aguado un poco la última cerveza para que no se emborrachara tan rápido. – Sonríe mientras recuerda la escena, y pega otro trago de la jarra, quedando después un par de segundos como ausente, recordando los viejos buenos tiempos (aunque por entonces no los llamara así).


Sí, yo también creo que su destino,
será el mismo que el del resto del grupo

- Karin era una halfling muy buena en lo suyo. Pero claro, es que lo suyo era el robar, lo que extraña sabiendo que se asustaba hasta de su sombra. ¡En menudo lío nos metimos con la guardia, porque entramos todos en la casa de Magirius, el sectario arrepentido! ¡Y todo porque ella había escuchado algún gruñido! Menos mal que Ragnar se sacrificó por el grupo, sino poco podríamos haber hecho por Bögenhafen. Lo extraño es que en otra ocasión, no tuvo reparos en acercarse... demasiado... ¡a un demonio!

- Viktor, un caza recompensas al que llamaban el cortés, y lo peor de todo es que él se lo cree. Claro, que luego tuvieran que disfrazarse él y su hermana para no ser reconocidos porque no sabe estar callado, es sólo casualidad. Vaya viajecito en barco, los halflings disfrazados como niños, jajaja. Eso si, los disfraces estaban muy bien.

- Arty era el largirucho del grupo. Aunque después fue aprendiz, lo cual nos viene de perlas, porque por fin alguien aprendió a leer y escribir, cuando le conocimos era un ladrón de tumbas muy obsesionado con su pala. ¿Que por qué? Adivinad qué usó para pescar, para conducir a los caballos... ¡hasta para salvar al pobre Ragnar de ahogarse en mierda en unas cloacas! Menos mal que Hyeronimous le enseñó a ir por el buen camino. O lo intentó. Creo.

- Lo peor de todo, es que como dice un refrán, “todo se pega, menos la hermosura”.  Por eso Viktor intentó robar, si, sólo intentó, jajaja, un joyero de la torre de la maldita bruja Ethelka.

- A Ragnar se le pegó la torpeza del largirucho. Porque para ser enano, hay que pelear bien, y... a veces no parecía enano. – se encoje de hombros, ¿compadeciéndose del compañero? Tal vez.

- Al larguirucho las buenas formas del cortés, que no era muy digno eso de desenterrar cadáveres. Bueno, en teoría tampoco enterrarlos, y también hicimos algo de eso.

- Bueno, aunque he de confesar que a mi se me ha pegado de los halflings el gusto por la comida. Y el de Ragnar por la bebida. Al final voy a acabar pesando el doble como me descuide y coma tanto como Karin y Viktor. Vaaaale, también se me pegaron las costumbres de Karin, y he de confesar que se me dio mejor que a Viktor jajaja. Se me pegaron varias monedas de oro a la mano, ¿quién soy yo para quejarme de ello? – mira a la jarra ya vacía, y se la pasa a otro de sus sobrinos, para que se la vuelva a llenar.


-Pero en el fondo eran buena gente. Nos salvamos la vida los unos a los otros. Varias veces. Y cuando tienes detrás tuyo a una o dos sectas, eso es buena cosa. Ah, es que el larguirucho se parecía a un miembro de una secta, que nos encontramos muerto, siendo culpa de unos hombres bestia que matamos después. De hecho, eso fue lo que nos unió más. Esa primera batalla en vez de la noche de la taberna. Ale, y dejadme beber ya en paz, iros a jugar fuera con el buen día que hace.
 

Y Magmar dejó sus viejas herramientas de trabajo a los críos,
para que dejaran de darle la brasa.


Y para los lectores del blog, de parte de Magmar, y de quien tras él se esconde, ¡Felices fiestas!


viernes, 6 de enero de 2012

¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo a Todos! (Vol.3)

Hoy presentamos las interesantes palabras de Ragnar sobre lo que es la vida de un aventurero, y de las que podemos concluir que su opinión es la misma que la que tiene sobre la vida de los poceros del alcantarillado de Altdorf. Solo que los poceros disponen de más glamour en sus vidas profesionales, y encima con seguro laboral incluido.

Si es que no hay vida más desagradecida que la de los autónomos... digo, de los aventureros.


RAGNAR


El último goblin, el tugurio más sucio y profundo de toda Karaz-a-Karak. En la esquina más alejada se halla un viejo enano refunfuñando mientras se limpia los restos de la comida de su frondosa y cuidada barba. Otro enano mucho más joven se le acerca con una jarra de cerveza en cada mano.

Vaya, vaya, así que otro proyecto de aventurero que viene a escuchar las historias del viejo Ragnar a cambio de un poco de cerveza, ¿eh? Toma asiento muchacho, soy incapaz de decir que no a una Bugman's XXX. El joven se sienta al otro lado de la mesa y entrega al anciano una de las jarras. El anciano coge la jarra y le da un largo trago, haciendo desaparecer la mitad del contenido de la jarra de una sola vez seguro que estas deseando salir a buscar tus propias aventuras, a conseguir oro y fama, a vencer a fieros monstruos en épicos combates para después volver a casa con la riqueza y la fama y ser el objeto de envidias y deseos... nada más acabar esas palabras el anciano enano estalla en sonoras carcajadas, señalando al joven mientras unos enormes lagrimones le caían por los ojos otro iluso con muchas papeletas de convertirse en comida para los cuervos. Escucha chaval, no hagas ni caso a esos cantos de lamiah que escuches por ahí. Ser un aventurero es feo, sacrificado y los únicos premios con los que vuelves a casa es con unos dientes postizos. Eso si tienes la suerte de volver claro.

El joven intenta decir algo, pero antes de que el más mínimo sonido salga de su boca el anciano continua con su discurso oh si, yo soy de los afortunados que han vuelto con vida. Pero no creas que la vida me lo ha puesto fácil. Todo empezó con aquel contrato de un príncipe humano. Ya ni recuerdo de que era, solo que la paga era buena y que iba a ser fácil. Pero un consejo te daré muchacho: si alguien te dice que algo es fácil, dale un puñetazo con todas tus fuerzas en la boca, pues sin duda alguna te está mintiendo. Nada en esta vida es fácil. Nada.

¿No te lo crees? Te pondré un ejemplo. Te contare como fueron mis dos primeros meses de aventurero. Dos meses el tono del anciano se vuelve más serio mientras planta dos gruesos dedos delante de la cara del joven para dar más énfasis a sus palabras ¿A que no parece tiempo suficiente como para que pase algo? Pues si que paso. Vaya si paso. En esos dos meses el grupo con el que me junté y yo, nos pegamos con mutantes, sectarios de los poderes oscuros, necrófagos, zombies, gobos y algún que otro ladronzuelo insensato. Nos dio tiempo a salvar la ciudad humana de Bögenhafen, a rescatar a una boticaria en apuros y a recuperar parte del buen nombre del clan Granmartillo. ¿Suena épico verdad? Pues espera a que te cuente la parte oscura. Si, si, la parte oscura. Esa que los poetas no cuentan en sus hazañas épicas ni en sus bonitas historias.


Chico, es que estas cosas deslucen mucho en los relatos épicos.

Como los viajes a la intemperie en días fríos y lluviosos. O las palizas recibidas y los días en los que te levantabas como si por la noche alguien te hubiese puesto sobre un yunque y hubiese golpeado con un martillo todos y cada uno de los huesos de tu cuerpo. El primer día y nada más llegar a Bögenhafen me robaron la bolsa con un buen montón de monedas de oro. Y poco después estuve a punto de morir ahogado en un río de mierda. Si, si, no te rías. Estuve a punto de morir ahogado en las cloacas si el humano que iba con nosotros no me hubiese sacado con su pala. En otra ocasión estuve a punto de morir, y lo que es aún peor, de perder la barba cuando una cosa gelatinosa explotó rociándome de ácido.

¿A que ya no parece tan bonito? Hazme caso, ser aventurero es una mierda. Todos esos relatos de épicos viajes no son más que unos engañabobos hechos para que crédulos con ganas de fama vayan resolviendo problemas haya por donde vayan por cuatro miseros peniques creyendo que eso les llevara a la fama. Si lo llego a saber antes no hubiese salido nunca de las Montañas del Fin del Mundo. El viejo vuelve a llevarse la jarra a la boca y la vacía de un solo trago la cerveza y por lo tanto tu tiempo se ha acabado. Hazme caso y vuelve a casa con mama, ¡¿Cómo vas a convertirte en aventurero si tu Barba apenas te tapa el cuello!? ¡Largo de aquí!

Larguémonos pues, y dejemos a Ragnar con sus profundas meditaciones existencialistas.